Trotamundos
Este apartado es un homenaje a los viajeros y exploradores de mundo y a todos los escenarios que descubrió Phileas Fogg en su reto. Más de 30 fotografías de época de la Colección del matrimonio Worswick, una de las más importantes del mundo en manos privadas y conocidos por haber recopilado el legado del fotógrafo norteamericano Walker Evans, recrean todos los lugares recorridos en tiempos de Fogg. El visitante descubrirá también los territorios de la Vuelta al mundo en ochenta días desde la óptica del teatro, ya que muchos escenógrafos y directores recrearon también las obras de Verne.
La admiración que Verne profesaba a los trotamundos y los saltimbanquis queda reflejada en esta sección a través de filmaciones de la época del cineasta español Segundo de Chomón, que se inspiró para algunas de sus películas en obras vernianas como Viaje al centro de la Tierra (1909). La figura del trotamundos está también representada por Nellie Bly, la periodista norteamericana que entre 1889 y 1890 logró dar la vuelta al mundo en 72 días, batió el récord de Phileas Fogg y fue la primera mujer en lograrlo.
Mobilis in Mobili
La pasión por el mar es sin duda uno de los temas recurrentes en el universo literario de Verne. Aunque varias novelas giran en torno a esta temática, como Los hijos del capitán Grant, es sin lugar a dudas Veinte mil leguas de viaje submarino la obra más representativa de Verne en este sentido. En esta sección de la muestra incluye entre otros, maquetas y carteles de los primeros paquebotes comerciales del siglo XIX, imágenes del Great Eastern, el transatlántico más grande del momento en el que Verne viajó en 1867, o una asombrosa memorabilia de Isaac Peral.
Desiertos de hielo
En la época de Verne, los polos representaban el límite entre lo conocido y lo desconocido, un tema que fascinaba a los contemporáneos de Verne. Esta curiosidad hacia lo ignoto tan de la época se ejemplifica a través de varios personajes que acometieron expediciones hasta estas tierras inhóspitas de hielo que Verne imaginó en La esfinge de los hielos (1897) o Las Aventuras del Capitán Hatteras (1886).
En esta parte de la exposición se muestran imágenes de distintas expediciones polares. En concreto diez imágenes de la expedición de Sir Ernest Shackleton, cuyos negativos congelados se encontraron el año pasado en la Antártida, y que podrán verse en España por vez primera. También se exhiben casi 50 imágenes de la exploración del argentinoHernán Pujato, que buscaba fundar la primera colonia estable en el continente helado.
Flotar o volar
Aeróstatos y Aeroplanos.
En los inicios de la aeronáutica existía un acalorado debate entre los defensores de los vuelos más ligeros que el aire, defensores de los globos, y los que apostaban por los aparatos más pesados, por los primeros aviones.
Esta sección es un homenaje a todos esos visionarios que soñaron con conquistar el aire: a personajes como el brasileño Santos Dumont, a quienes muchos consideran el primero en hacer volar un avión en 1906, al asturiano Jesús Fernández Duro, quien en 1909 cruzó por primera vez los Pirineos en globo, al tándem valenciano Juan Olivert y Gaspar Brunet que hicieron volar el primer aeroplano en España, o al fotógrafo francés Nadar, autor de las primeras fotografías aéreas de la historia y apasionado de la aerostática, que Verne retrató en el díptico De la Tierra a la Luna y Alrededor de la Luna.
Alrededor de la Luna
La fascinación por la Luna, por viajar a la Luna fue un tema habitual en la cultura popular del siglo XIX. Y también en la literatura verniana. Sus novelas De la Tierra a la Luna (1865) y Alrededor de la Luna (1870), calaron profundamente en el imaginario colectivo y hoy en día revelan asombrosas coincidencias con la llegada del hombre, sí, a la Luna en 1969.
Una instalación geodésica muestra veinte formas de viajar a la Lunarepresentadas en la literatura universal. La fiebre lunar queda además recogida a través de una serie de carteles relacionados con la Luna, que representan desde espectáculos de la época a imágenes de películas de George Méliès o las óperas inspiradas en Verne que Jacques Offenbach. También se muestra la pieza creativa documental “Vivir en una bala”, que recrea De la Tierra a la Luna: el viaje que Verne imaginó en un proyectil lunar disparado por un cañón.
2889
Hay dos novelas donde el autor francés se adelantó verdaderamente a su época y fue más allá de su contemporaneidad: la novela París en el siglo XX (1863), centrada en un progreso basado en la dictadura del cientifismo, y La jornada de un periodista americano en el 2889 (1891), un relato mucho más positivo donde la tecnología traía beneficios a la humanidad. Dos visiones distantes del concepto verniano del progreso.
El epílogo de la exposición nos adentra en estas dos obras futuristas a través de ilustraciones de autores franceses del siglo XIX que recrearon avances científicos del año 2000, y de los grabados del dibujante francés, Albert Robida, que anticipó en la misma época que su coetáneo Verne algunos inventos del lejano siglo XX.