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Exposición Julio Verne. Los límites de la imaginación
Julio Verne está en el origen de la curiosidad, la aventura, el descubrimiento y el conocimiento de muchos lectores que, al llegar a la edad adulta, quisieron acometer lo que el autor imaginó. Sus novelas, perfectamente documentadas, cartografiaron el mundo conocido y abrieron las puertas de otros mundos fantásticos o intuidos. recogió como nadie el espíritu de una época irrepetible y, lo que es más importante, lo devolvió corregido y aumentado.
06
Nov 2015
28
Feb 2016
Visitas comentadas: Jueves 12:00 y 18:00 horas Viernes 16:30 y 18:00 Sábados y domingos 10:30, 12:00, 13:30, 16:30 y 18:00 horas Estas visitas serán libres sin reserva Visitas concertadas o con guía propio con reserva
1. Nota de prensa
2. Fotos material prensa Julio Verne
3. Vídeos material prensa Julio Verne
4. Cuaderno de profesores de Julio Verne
5. Para saber más de Julio Verne
6. Lista reproducción vídeos Julio Verne
7. Juego 'Verne. Viajes extraordinarios' para Android
8. Juego 'Verne. Viajes extraordinarios' para iOS
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Julio Verne está en el origen de la curiosidad, la aventura, el descubrimiento y el conocimiento de muchos lectores que, al llegar a la edad adulta, quisieron acometer lo que el autor imaginó. Sus novelas, perfectamente documentadas, cartografiaron el mundo conocido y abrieron las puertas de otros mundos fantásticos o intuidos. recogió como nadie el espíritu de una época irrepetible y, lo que es más importante, lo devolvió corregido y aumentado.
El gran escritor francés Julio Verne (Nantes, 1828 – Amiens, 1905) es uno de los autores más prolíficos, populares e influyentes de la literatura universal. El autor más editado de la historia. Verne imaginó un sinfín de mundos fantásticos sin moverse apenas de su propio gabinete de trabajo. Además, gracias a su profundo interés por la ciencia, la exploración y las innovaciones tecnológicas, consiguió generar un imaginario literario verosímil cuya capacidad de evocación ha llegado intacta hasta nuestros días.
Julio Verne está en el origen de la curiosidad, la aventura, el descubrimiento y el conocimiento de muchos lectores que, al llegar a la edad adulta, quisieron acometer lo que el autor imaginó. Sus novelas, perfectamente documentadas, cartografiaron el mundo conocido y abrieron las puertas de otros mundos fantásticos o intuidos.
El escritor francés recogió como nadie el espíritu de una época irrepetible y, lo que es más importante, lo devolvió corregido y aumentado, con una capacidad tal de fascinación que sirvió de chispa para que otros muchos intentaran, e incluso consiguieran, lo imposible.
Julio Verne. Los límites de la imaginación es la exposición que recorrerá el universo verniano en el Espacio Fundación Telefónica del 6 de noviembre de 2015 al 21 febrero de 2016 y que tratará sobre las fronteras, a veces invisibles y no siempre necesarias, entre ficción y realidad. La muestra pretende retratar ese círculo virtuoso de retroalimentación del imaginario a la realidad, y viceversa.
Comisariada por María Santoyo y Miguel Ángel Delgado -autores del proyecto Tesla. Suyo es el futuro que pudo verse en el Espacio el pasado año-, el diseño expositivo es obra de Fernando Muñoz Gómez. La muestra propone una revisión del mítico autor a través de un fascinante viaje por sus personajes y sus invenciones, por el mundo que le rodeó y, sobre todo, por el mundo que inspiró. Una evocadora y original revisión de una de las grandes figuras de la literatura universal.
La exposición se articula como una experiencia guiada por el asombro y el descubrimiento. El visitante, convertido en explorador, atravesará las obras de Verne más representativas y los distintos ámbitos en que transcurren sus novelas: la tierra, el aire, el hielo, el agua, el espacio y el tiempo, de la mano de contemporáneos españoles y extranjeros. Así, toda una serie de personajes fascinantes, conectados de una forma u otra con Julio Verne, guían el recorrido. Aristócratas como Luis Salvador de Habsburgo, aventureros como Manuel Iradier o Julio Cervera, cineastas como Segundo de Chomón, Jean Painlevé, Karel Zeman u Orson Welles, periodistas intrépidas como Nellie Bly, la primera mujer en dar la vuelta al mundo en 72 días, el archiduque Luis Salvador de Austria, que se instaló en las Baleares y se convirtió en el guía literario de Verne por Palma de Mallorca en la novela Clovis Dardentor, tramposos como Richard E. Locke, fotógrafos como Nadar, pioneros del submarinismo como Louis-Auguste Boutan o de la aviación como Santos-Dumont, directores de escena, escritores, astrónomos, militares, aeronautas, aviadores, ingenieros, compositores de ópera y zarzuela… Cerca de treinta personajes configuran una crónica coral del espíritu verniano.
La muestra cuenta con la colaboración de catorce prestatarios de ámbito nacional y dos internacionales. Se han cedido joyas procedentes de colecciones particulares como las de Francisco Javier Román Huerta, Carlos Pérez, Diego Quevedo Carmona o el matrimonio norteamericano Worswick. Presenta también objetos, en muchos casos inéditos, de la Biblioteca Nacional, el Museo Naval, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Museo Nacional del Teatro, el Teatro de la Zarzuela, el Ejército del Aire, la Filmoteca Española, el Museo de Etnología de Valencia, la Fundación March, el Círculo Aeronáutico Jesús Fernández Duro y la Fundación Aérea de la Comunidad Valenciana. La fundación neozelandesa Antarctic Heritage Trust permite, por primera vez en España, la exhibición de unas fotografías tomadas hace cien años en el continente austral y recuperadas en 2014.
El gabinete de Verne
Verne imaginó el mundo desde su gabinete de trabajo, un espacio limitado pero sin embargo infinito para su creatividad. Su espacio de retiro donde imaginó seres fantásticos y animales increíbles, medios de transporte e ingenios inéditos. El escritor apenas necesitó de inspiraciones externas o experienciales. Nuestro gabinete introduce así al visitante al fascinante universo verniano. El recorrido se inicia con el Globo de Monfort, uno de los más antiguos que se conservan y fabricado por uno de los productores de globos terráqueos de nuestro país en el siglo XIX. En esta sección, destacan además cinco joyas bibliográficas, entre ellas, la primera edición mundial de Veinte mil leguas de viaje submarino(1869), que por circunstancias históricas, fue española.
El visitante descubrirá también una serie de 44 ilustraciones de personajes de Verne, desde Phileas Fogg hasta el capitán Hatteras; o inventos e ingenios presentes en sus novelas, como la linterna mágica o la bobina de Ruhmkorff. Y, por último, una instalación audiovisual que nos adentrará en el increíble bestiario de la literatura verniana.
LOS TERRITORIOS VERNIANOS
La tierra conocida y desconocida
Verne estaba al tanto de las grandes expediciones de su época, de los grandes descubrimientos en tierras desconocidas y lejanas que estaban teniendo lugar en pleno auge de la expansión colonialista, a través de distintas publicaciones internaciones a las que estaba suscrito. El autor manejaba y consultaba una amplísima biblioteca donde se documentaba a la hora de abordar sus novelas. La muestra incluye una recreación de la biblioteca de Verne con grandes joyas bibliográficas como los libros del militar Julio Cervera sobre la Expedición Río de Oro, en el Sáhara u otras expediciones de las que formó parte en el Norte de África junto al geólogo Francisco Quiroga. Piezas como Die Balearen (1869-1891) del archiduque Luis Salvador de Austria, científico que emprendió el estudio exhaustivo de la fauna, la flora y la antropología e historia de estas islas y que Verne consultó para documentar las localizaciones de las novelas de Clovis Dardentor.
Trotamundos
Este apartado es un homenaje a los viajeros y exploradores de mundo y a todos los escenarios que descubrió Phileas Fogg en su reto. Más de 30 fotografías de época de la Colección del matrimonio Worswick, una de las más importantes del mundo en manos privadas y conocidos por haber recopilado el legado del fotógrafo norteamericano Walker Evans, recrean todos los lugares recorridos en tiempos de Fogg. El visitante descubrirá también los territorios de la Vuelta al mundo en ochenta días desde la óptica del teatro, ya que muchos escenógrafos y directores recrearon también las obras de Verne.
La admiración que Verne profesaba a los trotamundos y los saltimbanquis queda reflejada en esta sección a través de filmaciones de la época del cineasta español Segundo de Chomón, que se inspiró para algunas de sus películas en obras vernianas como Viaje al centro de la Tierra (1909). La figura del trotamundos está también representada por Nellie Bly, la periodista norteamericana que entre 1889 y 1890 logró dar la vuelta al mundo en 72 días, batió el récord de Phileas Fogg y fue la primera mujer en lograrlo.
Mobilis in Mobili
La pasión por el mar es sin duda uno de los temas recurrentes en el universo literario de Verne. Aunque varias novelas giran en torno a esta temática, como Los hijos del capitán Grant, es sin lugar a dudas Veinte mil leguas de viaje submarino la obra más representativa de Verne en este sentido. En esta sección de la muestra incluye entre otros, maquetas y carteles de los primeros paquebotes comerciales del siglo XIX, imágenes del Great Eastern, el transatlántico más grande del momento en el que Verne viajó en 1867, o una asombrosa memorabilia de Isaac Peral.
Desiertos de hielo
En la época de Verne, los polos representaban el límite entre lo conocido y lo desconocido, un tema que fascinaba a los contemporáneos de Verne. Esta curiosidad hacia lo ignoto tan de la época se ejemplifica a través de varios personajes que acometieron expediciones hasta estas tierras inhóspitas de hielo que Verne imaginó en La esfinge de los hielos (1897) o Las Aventuras del Capitán Hatteras (1886).
En esta parte de la exposición se muestran imágenes de distintas expediciones polares. En concreto diez imágenes de la expedición de Sir Ernest Shackleton, cuyos negativos congelados se encontraron el año pasado en la Antártida, y que podrán verse en España por vez primera. También se exhiben casi 50 imágenes de la exploración del argentinoHernán Pujato, que buscaba fundar la primera colonia estable en el continente helado.
Flotar o volar
Aeróstatos y Aeroplanos.
En los inicios de la aeronáutica existía un acalorado debate entre los defensores de los vuelos más ligeros que el aire, defensores de los globos, y los que apostaban por los aparatos más pesados, por los primeros aviones.
Esta sección es un homenaje a todos esos visionarios que soñaron con conquistar el aire: a personajes como el brasileño Santos Dumont, a quienes muchos consideran el primero en hacer volar un avión en 1906, al asturiano Jesús Fernández Duro, quien en 1909 cruzó por primera vez los Pirineos en globo, al tándem valenciano Juan Olivert y Gaspar Brunet que hicieron volar el primer aeroplano en España, o al fotógrafo francés Nadar, autor de las primeras fotografías aéreas de la historia y apasionado de la aerostática, que Verne retrató en el díptico De la Tierra a la Luna y Alrededor de la Luna.
Alrededor de la Luna
La fascinación por la Luna, por viajar a la Luna fue un tema habitual en la cultura popular del siglo XIX. Y también en la literatura verniana. Sus novelas De la Tierra a la Luna (1865) y Alrededor de la Luna (1870), calaron profundamente en el imaginario colectivo y hoy en día revelan asombrosas coincidencias con la llegada del hombre, sí, a la Luna en 1969.
Una instalación geodésica muestra veinte formas de viajar a la Lunarepresentadas en la literatura universal. La fiebre lunar queda además recogida a través de una serie de carteles relacionados con la Luna, que representan desde espectáculos de la época a imágenes de películas de George Méliès o las óperas inspiradas en Verne que Jacques Offenbach. También se muestra la pieza creativa documental “Vivir en una bala”, que recrea De la Tierra a la Luna: el viaje que Verne imaginó en un proyectil lunar disparado por un cañón.
2889
Hay dos novelas donde el autor francés se adelantó verdaderamente a su época y fue más allá de su contemporaneidad: la novela París en el siglo XX (1863), centrada en un progreso basado en la dictadura del cientifismo, y La jornada de un periodista americano en el 2889 (1891), un relato mucho más positivo donde la tecnología traía beneficios a la humanidad. Dos visiones distantes del concepto verniano del progreso.
El epílogo de la exposición nos adentra en estas dos obras futuristas a través de ilustraciones de autores franceses del siglo XIX que recrearon avances científicos del año 2000, y de los grabados del dibujante francés, Albert Robida, que anticipó en la misma época que su coetáneo Verne algunos inventos del lejano siglo XX.
Actividades paralelas
Fundación Telefónica también ha desarrollado un programa educativo de visitas y talleres dirigidos a escolares, familias, adolescentes y público general en torno a la exposición Julio Verne. Los límites de la imaginación.
Con motivo de esta muestra también, Instagramers Gallery ha organizado el concurso #UniVerne. En este nuevo reto le pedimos a los participantes fotos que nos lleven al universo creado por Julio Verne. Las fotos más originales se expondrán en la Instagramers Gallery de Espacio Fundación Telefónica.
También hay desarrollado un interesante programa de actividades paralelas en torno a la figura del novelista francés que nos ayudarán a viajar por el universo que él creó y que se podrán seguir en streaming desde esta web y en Twitter con el hashtag #VenAVerne.
¿Merece la pena poner límites a la maravillosa capacidad de imaginar?