Por Espacio Fundación Telefónica han pasado estos meses grandes autores nacionales e internacionales. Entre ellos, Jöel Dicker, que justo publica un thriller tan prometedor como la novela que le dio a conocer, La verdad sobre el caso Harry Quebert. La excusa es perfecta para hablar de verano, títulos inquietantes y literatura.
A Joël Dicker le han llamado «irritante niño prodigio literario». Y no lo dijo cualquiera, fue nada menos que The New York Times, la Gran Dama Gris. Su novela La verdad sobre el caso Harry Quebert, publicada en 2012 – y en español un año después-, ha sido todo un fenómeno mundial. Traducida a 33 idiomas, lleva vendidos más de dos millones de ejemplares, ganado premios importantes -como el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa-, y elevado el estatus del thriller. Por eso, con la excusa de que Dicker vuelve a la carga con una nueva novela, La desaparición de Stephanie Mailer, hablamos de las razones para entregarse por completo al género, apasionante y envolvente, durante estos meses de verano.
Entre ellas, tenemos:
1.- Suele desarrollarse en lugares geniales. Hoteles de lujo en la Costa Azul, islas preciosas llenas de misterio, pueblos perdidos con cafés y deliciosas tarta de cereza… O zonas de playa con carisma como la de los Hamptons, donde las familias ricas de la ciudad de Nueva York poseen casas increíbles. La nueva novela de Dicker se desarrolla allí, donde justo el autor solía pasar los veranos de su infancia. Otro lugar que quizás recuerdes es el pequeño pueblo de Hedestad, al norte de Suecia, al que se retira el protagonista de Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson.
2.- Tiene protagonistas carismáticos y con personalidades muy atrayentes. En el caso de la nueva novela de Dicker son los policías de Nueva York Jesse Rosenberg y Derek Scott, pero también la periodista desaparecida Stephanie Mailer. De hecho, varios de los personajes de la novela son periodistas porque, según dice el autor en una entrevista reciente, “los periódicos están desapareciendo de la vida cotidiana cuando son un alimento indispensable para la sociedad y la democracia». Otros protagonistas interesantes y pintorescos: el detective Dave Gurney, alter ego del escritor John Verdon [que también pasó por Espacio Fundación Telefónica]; o Bill Hodges, el policía retirado de la novela Mr. Mercedes de Stephen King.
3.- Provoca tensión y estremecimiento en el lector. Es un género muy realistas, muy bien documentado y en él abundan grandes descripciones. Eso hace que el lector se involucre, es su gran punto fuerte. Este tipo de novelas consiguen atrapar al que está al otro lado. En ellas los acontecimientos estremecedores se suceden sin cesar, sin casi darle tregua. De hecho, thriller viene del verbo inglés to thrill, que significa conmover o estremecer. De ahí que el género disfrute de grandes incondicionales que rinden culto a cada novela de Dennis Lehane, Henning Mankell, Anne Perry o John Grisham.
4.- Está de moda y las mujeres ocupan un papel destacado en él a pesar de que algunos sectores han querido rebajar su potencial al considerar estas novelas como títulos menores. Nada más lejos de la realidad. Como prueba, la francesa Fred Vargas, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2018. De ella el jurado ha dicho que “su escritura combina la intriga, la acción y la reflexión con un ritmo que recuerda la musicalidad característica de la buena prosa en francés. En cada una de sus novelas la Historia surge como metáfora de un presente desconcertante. El vaivén del tiempo, la revelación del Mal se conjugan en una sólida arquitectura literaria, con un fondo inquietante que, para goce del lector, siempre se resuelve como un desafío a la lógica. Fred Vargas encarna, por todo ello, la revitalización de un género, la novela de intriga, al que ha sumado, brillantemente, novedosas piezas, atmósferas y espacios hasta componer una obra de proyección universal». Otras grandes son Daphne du Maurier, Patricia Highsmith, Agatha Christie, Paula Hawkins o la española Alicia Giménez Bartlett.
5.- Nos ha dejado grandes clásicos que han conseguido enganchar a diferentes generaciones de lectores. Hace nada otro imprescindible de la novela negra, Lorenzo Silva, celebraba 20 años de su saga protagonizada por Bevilacqua y Chamorro. Lo hacía justo en Espacio Fundación Telefónica hablándonos de su última novela ‘Lejos del corazón‘ en la que los conocidos personajes se enfrentan a los narcos del Estrecho, donde se encuentran con un microcosmos en el que las leyes son relativas, el dinero negro corre a raudales y su blanqueo es una necesidad cotidiana. ¿Otros grandes sagas? La protagonizada por Tom Ripley, el personaje creado por Patricia Highsmith durante 36 años; o por Carvalho, el detective español más influyente de nuestro país ideado por Manuel Vázquez Montalbán.
Antiguos o recientes, cualquier de los títulos o los autores citados supone un plan genial para este verano. Si no sabes por dónde empezar, La verdad sobre el caso Harry Quebert o La desaparición de Stephanie Mailer de Joël Dicker te están esperando.
Por Ylenia Álvarez