Entre las muchas piezas de la muestra ‘Nosotros, Robots’ es fácil que cada uno encuentre sus favoritas. Sin embargo, muchos coincidirán en que el robot Taito Yumemaru causa ternura y roba sonrisas. Quizás sea por su gran tamaño o su forma rechoncha, pero enseguida nos gustaría hacernos sus amigos. Te contamos un poco más sobre él.
Taito Yumemaru es “hijo” de la empresa Taito, desarrolladora de juegos informáticos (software y hardware) desde los años 50 y que en los 80 tuvo su mayor apogeo con joyas de los recreativos como Space Invaders, Arkanoid o Bubble Bobble.
Taito fabricó en 1983 dos rarísimos robots, entre ellos Yumemaru, que se destinó a los centros comerciales. Es un robot teleoperado, realizado en fibra de vidrio y chasis de metal, y contiene la última tecnología de la época. Puede caminar, hablar y escuchar a las personas con las que interactúa, e incluso, gracias a sus brazos extensibles y funcionales, ofrecerles objetos o juegos.
Yumemaru incorpora un circuito cerrado de vídeo para monitorizar su entorno, control completo de sus funciones, antena retráctil (que se abría en un compartimento de su cabeza) y un “esqueleto” metálico que elevaba su peso a más de 100 kg. Además, ¡su “nariz” verde se ilumina para mostrar su estado de ánimo”.
Una pena que ya no podamos encontrarlos en los centros comerciales. De hecho, hoy en día se conoce muy poco de esta unidad. Es una rareza y solo se conocen dos unidades en el mundo, una de ellas en el Museo Nacional de Ciencias de Nagoya, en Japón.
*Fuente: Pablo Medrano – Casual Robots
