16.03.2023

Pablo Barrecheguren: “En la escala de la anatomía o bioquímica cerebral entendemos bastante bien cómo funciona el cerebro, pero todavía faltan muchas neurocosas por responder”

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Pablo Barrecheguren es neurobiólogo, escritor, divulgador e influencer. En sus vídeos y publicaciones habla de, cómo el mismo define, “neurocosas”; de todos esos aspectos del cerebro y la mente sobre los que hemos oído mencionar en muchas ocasiones pero que todavía nos cuesta comprender.

Este zaragozano también es el autor de dos librosEl cerebro humano: explicado por Dr. Santiago Ramón y Cajal, un libro sobre el cerebro enfocado a los más jóvenes pero disfrutable a todas las edades, y Neurogamer, el primer libro que relaciona dos aspectos que podrían parecer dispares pero que se interrelacionan de una forma de lo más interesante: la neurociencia y los videojuegos.

Durante el mes de marzo recibimos a Pablo en Espacio Fundación Telefónica en dos ocasiones como complemento a nuestra exposición Cerebro(s), en la que presentamos este órgano tan fascinante y su funcionamiento desde diferentes perspectivas. El pasado 11 de marzo estuvo impartiendo un taller sobre el cerebro humano para todos los públicos y el próximo 30 de marzo nos visitará de nuevo para conducir un taller enfocado a los más jóvenes sobre cómo afectan al cerebro los videojuegos.

No hemos dejado pasar la oportunidad de hablar con Pablo Barrecheguren sobre algunos de los aspectos más fascinantes de su campo de divulgación. En esta entrevista le preguntamos sobre el funcionamiento de nuestro cerebro y los mitos que más han calado en nuestro imaginario colectivo al respecto; hablamos también sobre videojuegos y cerebro y le pedimos unos consejos para disfrutar de este tipo de ocio de una forma más responsable.

¡Sigue leyendo para descubrir todas las claves!

¿Crees que en general conocemos cómo funciona nuestro cerebro?

Es curioso porque depende de la pregunta que nos hagamos sobre el cerebro, sabemos mucho o sabemos poco.

En la escala de la anatomía o bioquímica cerebral entendemos bastante bien cómo funciona el cerebro, pero todavía faltan muchas neurocosas por responder sobre algunas de las capacidades más abstractas del cerebro.

Existen muchos mitos en torno a la mente y el cerebro, como que solo utilizamos un porcentaje o que, a mayor tamaño, más inteligencia. Como neurobiólogo y divulgador, ¿cuáles son algunos de los “bulos” que más te llaman la atención y que te gustaría desmentir?

Creo que uno de los mayores malentendidos viene de cómo a veces se afirma que el cerebro tiene una capacidad casi ilimitada de entrenamiento y recuperación gracias a la plasticidad neuronal.

Nuestro cerebro, igual que cualquier otra parte del cuerpo, tiene unos límites biológicos.

Obviamente, que haya unos límites no significa que no haya un margen de mejora o recuperación de una lesión, pero es importante mantener las expectativas dentro de lo razonable.

Pablo Barrecheguren en Espacio Fundación Telefónica

En tu libro, “Neurogamer”, hablas sobre neurociencia, videojuegos y su relación, ¿cómo afecta jugar a videojuegos a nuestro cerebro?

Pues esta es una pregunta que no se puede contestar en unas pocas líneas porque no hay una respuesta única: del mismo modo que hay videojuegos diferentes y no todos requieren la misma actividad neuronal, un mismo tipo de videojuego puede estar interaccionando con distintas partes de nuestro cerebro y hay que estudiar cada una.

Pero la idea de fondo es que, igual que cualquier otra obra cultural o producto de entreteniendo como puede ser una película o un libro, los videojuegos interaccionan con nuestro cerebro y, por lo tanto, pueden afectarlo.

¿Crees que todavía existen muchos prejuicios negativos en torno a los videojuegos y a las personas que los consumen?

Desgraciadamente, creo que sí. Y quizás la mayoría de estos prejuicios están presentes en personas bastante ajenas al sector del ocio electrónico, por eso es importante hacer divulgación sobre este mundo también para gente que quizás no le interesan los videojuegos.

Por eso en “Neurogamer” mezclé neurociencia con videojuegos, para atraer al mundo de los videojuegos a lectores que quizás estaban más interesados en el mundo “neuro”.

Un tema que siempre sale a colación cuando hablamos de videojuegos y jóvenes es la violencia. ¿Los videojuegos realmente pueden volvernos más violentos? ¿Hay algo de verdad en esta afirmación?

La respuesta corta es que no, los videojuegos no pueden volvernos más violentos. Hay algunos matices puntuales que son interesantes a nivel académico, pero poco más. Como dijo en el 2020 Sandra L. Shullman, presidenta de la Asociación Estadounidense de Psicología: “Atribuir la violencia a los videojuegos no es científicamente sólido y desvía la atención de otros factores”

¿Podemos extraer enseñanzas positivas y aprendizajes de los videojuegos?

Obviamente depende del videojuego, pero hay obras digitales con contenido muy interesante: hay videojuegos que tratan temas como la salud mental, la enfermedad oncológica o el drama humano durante la guerra. Otros nos acercan a contenido histórico o científico, y algunos son interesantes ejercicios mentales que nos obligan a pensar un poco.

¿Puedes darnos algunas pautas para que nuestro ocio digital y el de los más jóvenes sea más sano?

Tres pautas muy básicas: 

La primera es que los videojuegos no deben interferir en otros aspectos importantes de la vida. Si por jugar a un videojuego se pierde tiempo de estudio, de sueño, de entrenamiento, de atender a nuestro entorno social u obligaciones, etc. entonces, hay que reflexionar si el consumo está siendo saludable.

Especialmente en los jugadores más jóvenes, aunque también deben ser cuidadosos los adultos, hay que tener cuidado con los videojuegos que incluyen micropagos, ya que en muchos casos detrás de estos hay sistemas de apuesta (como las loot boxes), que pueden generar ludopatía.

Hay que limitar los videojuegos poco antes de dormir. Tanto la luz azul de las pantallas como el factor de que algunos videojuegos son muy excitantes puede después dificultarnos conciliar el sueño cuando nos vamos a la cama.

¿Te ha gustado lo que nos ha contado Pablo? ¡Recuerda que puedes seguir aprendiendo otras muchas curiosidades sobre el cerebro en nuestra exposición Cerebro(s)!