28.02.2019

“El libro nace de la necesidad de conocer a algunas de las mujeres españolas que fueron silenciadas u olvidadas”

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Hablamos con la periodista Sandra Sabatés (Granollers, Barcelona, 1979) con motivo de la charla en torno a su nuevo libro en Espacio Fundación Telefónica. La presentadora de ‘El Intermedio’ junto a la ilustradora Ana Juan se sumergen en nuestro pasado para rescatar las vidas de mujeres ilustres y valientes que desafiaron prejuicios, superaron barreras y abrieron caminos en esta larga lucha por la igualdad.

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En los años 60 se crea y comienza a utilizarse el neologismo herstory, un término que criticaba la historiografía tradicional hecha por hombres y en la cual ellos están siempre en el centro de toda narrativa. En contraposición, se buscaba la elaboración de una nueva historia escrita desde una perspectiva feminista, enfatizando el papel de las mujeres en ella, incluso, escrita también por las propias mujeres.

Aprovechando la próxima visita de Sandra Sabatés a nuestro auditorio, hablamos con ella de todas esas historias de mujeres tan silenciadas e invisibilizadas, y tan necesarias, sin embargo.

Tu libro ‘Pelea como una chica’ (Planeta 2018) es un gran homenaje a 31 mujeres sin las que apenas se entendería la historia de nuestro país. ¿Cómo afrontaste la selección de las pioneras cuyas historias incluirías en tu libro? Imagino que ha sido un proceso complicado: hay tantas historias por contar…

Sandra Sabatés Efectivamente, no fue sencillo elegirlas porque hay muchísimas más que lucharon por la emancipación de la mujer y contribuyeron a que nuestra sociedad avanzara hacia la igualdad. Por eso insisto en el prólogo que son todas las que están pero no están todas las que son y tener que dejar a tantas fuera y elegir ha sido complicado.

Para hacerlo, decidí primero acotar el tiempo, y empezar a finales del siglo XIX que es cuando se empiezan a sentar las bases del feminismo en nuestro país. A partir de ahí, intenté reunir historias de mujeres que fueran muy distintas entre ellas en cuanto a nivel socio-económico: algunas son de origen humilde, otras burguesas, aristócratas…; profesional: hay abogadas, maestras, políticas, escritoras… En cuanto a nivel ideológico hay desde anarquistas, socialistas, comunistas hasta una fiel seguidora de Primo de Rivera. De esta manera pretendía mostrar que la desigualdad era algo que afectaba a todas por el hecho de ser mujer y que cada una usaba sus propias armas para combatirla y dar pequeños pasos que, entre todas, acabaron siendo decisivos en la conquista de nuestros derechos y libertades.

¿De dónde surge la idea de este libro, de narrar la vida y el trabajo de todas estas pioneras?

Sandra Sabatés Nace de la curiosidad y la necesidad de conocer algunas de las mujeres españolas que fueron silenciadas u olvidadas pero que forman parte de nuestra historia y que contribuyeron a conquistar nuestros derechos y libertades y a hacer avanzar la sociedad. Me parecía alarmante ese dato de que solo el 7,5% de las figuras científicas y culturales que aparecen en los libros de texto sean mujeres y me di cuenta de que las españolas que yo conocía realmente eran muy pocas. Por eso insisto en que se trata de un ejercicio de aprendizaje personal, que por cierto, ha sido muy gratificante.

¿Hay alguna historia en particular que desconocías y sobre la que te ha gustado especialmente escribir?

Sandra Sabatés La de Mercedes Formica. Esta abogada gaditana era una ferviente admiradora de Primo de Rivera, hasta el punto que se afilió a la Falange. Había sido testigo de la desigualdad jurídica a la que se enfrentaba la mujer casada a raíz de la separación de sus padres y de un caso de violencia de género que tuvo mucha repercusión en esa época en el que la mujer, estando agonizando en el hospital tras recibir doce puñaladas de su marido, no podía separarse a riesgo de perderlo todo, propiedades e hijos. Así que se propuso reformar el Código Civil y en pleno franquismo logró una “Reformica” a través de la cual se consiguió, entre otros, que el domicilio del marido pasara a ser el “domicilio conyugal” de manera que ante una separación la mujer tuviera también opción de quedarse con la casa del matrimonio y que desapareciera eso de “depositar” a la mujer en la casa paterna o un convento tras la separación. Sin embargo, nadie quería poner en valor su logro: los de su bando porque la consideraban demasiado feminista, y los del bando contrario porque era falangista y por lo tanto defendía un modelo de mujer sumisa y abnegada. Así, entre todos, la condenaron al olvido. 


«Solo el 7,5% de las figuras científicas y culturales que aparecen en los libros de texto son mujeres»


¿Crees que todas ellas tienen algo en común?

Sandra Sabatés A parte de ser españolas, todas ellas tienen un punto importante en común: lucharon por la liberación y emancipación de la mujer. Son mujeres valientes, luchadoras, persistentes, que alzaron la voz y se rebelaron contra un sistema que las pretendía sumisas y abnegadas para poder ser libres y convertirse en las mujeres que ellas querían ser, y no quien la sociedad pretendía que fuesen. Lucharon por su libertad, derechos y dignidad y juntas fueron conquistando pequeñas parcelas que nos acercan a la igualdad.

Las ilustraciones de Ana Juan –Premio nacional de ilustración 2010– son bellísimas. ¿Cómo ha sido trabajar con ella?

Concepción Arenal (Ferrol, 1820 - Vigo, 1893). Ilustración: Ana Juan
Concepción Arenal (Ferrol, 1820 – Vigo, 1893). Ilustración: Ana Juan

Sandra Sabatés Contar con las ilustraciones de Ana Juan ha sido un regalo. Su trabajo es maravilloso y que aceptara formar parte de este proyecto fue una gran noticia. Hemos realizado un trabajo bastante paralelo. Yo le pasé la lista definitiva de mujeres y ella se sumergió rápidamente en cada una de las historias. El resultado es impresionante. Cada ilustración te permite captar de un solo vistazo la esencia de cada una de ellas, a través de gestos, colores, pequeños detalles que te trasladan a su mundo.

2018 fue un año emocionante dentro de la larga y amplia lucha por los derechos de la mujer en nuestro país. Para muchos, para muchas el movimiento feminista es el único movimiento social en la actualidad dotado de credibilidad y músculo, capaz de una movilización amplia y de lograr ciertos cambios sociales. ¿Tú lo ves también así?

Sandra Sabatés Según Amnistía Internacional, en 2018 el activismo feminista lideró la lucha por los derechos humanos en el mundo. Y es que, cuando hablamos de feminismo, hablamos de lucha por combatir la violencia de género, la prostitución y la trata, que no deja de ser una forma de esclavitud de la mujer en pleno siglo XXI, la discriminación. Estamos defendiendo la dignidad de las mujeres, el derecho a la vida, a la libertad, a decidir sobre nuestro propio cuerpo. Esto es el feminismo: la lucha por la igualdad y, sin duda, 2018 marcó un punto de inflexión en esta pelea.

Eres la responsable de la sección ‘Mujer tenía que ser’  de El Intermedio que visibiliza y da voz a mujeres pioneras en muy distintos ámbitos, donde cuentan en primera persona las resistencias y los logros en su lucha por la igualdad. ¿Cómo surgió la idea de esta sección? ¿Esperabas la relevancia que ha adquirido? ¿Crees que hay en la actualidad una necesidad nueva por conocer el relato (histórico, cultural) esta vez desde el punto de vista de la mujeres?

Sandra Sabatés– Hace poco más de un año que estrenamos esta sección y lo cierto es que la pusimos en marcha con mucha ilusión y cariño porque era nuestra manera de mostrar al espectador el compromiso de El Intermedio con el feminismo. Era una apuesta arriesgada: una entrevista de diez minutos, a mujeres hablando de igualdad en prime time pero era importante que fueran ellas las que nos contaran sus historias en primera persona para evidenciar cómo hemos avanzado en cuestión de igualdad, y a la vez que aún nos queda mucho por conseguir esa igualdad real. Y lo mejor, es que la buena aceptación que ha tenido demuestra que este tipo de contenidos tienen cabida en la televisión actual, algo que debemos aprovechar porque los medios tenemos una gran responsabilidad en esta lucha.

Con motivo del #8M este año la ciudad de Madrid te concede la mención honorífica Clara Campoamor por tu labor de visibilización. ¿Qué fue lo primero que te vino a la cabeza cuándo te lo comunicaron? Enhorabuena, es un premio muy merecido.

Clara Campoamor (Madrid (1888) – Lausana (Suiza) 1972). Ilustración: Ana Juan

Sandra Sabatés– El paso de gigante que dio Clara Campoamor al conquistar el voto para la mujer a pesar de las consecuencias que tuvo para ella, porque supuso su muerte política. Y no fue fácil conseguirlo. Se quedó sola. Se enfrentó incluso a miembros del propio Partido Radical, a Victoria Kent, a algunas mujeres que insistían en su falta de criterio, pero persistió y conquistó un derecho indispensable para la mujer porque nos daba la oportunidad de decidir también qué sociedad queríamos construir, algo justo y necesario porque somos el 50% de la ciudadanía. Aún hoy se la sigue reivindicando en las manifestaciones feministas y es la primera referente que nos viene a la cabeza cuando hablamos de igualdad. Así que no puedo estar más feliz y orgullosa por recibir esta mención honorífica.

La escritora, política y defensora de los derechos de las mujeres, Clara Campoamor es justo una de las mujeres cuya historia has incluido en tu libro… Y una de las grandes referentes, como explicas, para el feminismo también hoy. ¿Qué mujeres han sido referentes para ti tanto en tu vida profesional, como en tu experiencia como defensora de los derechos de la mujer y en tu vida personal?

Sandra Sabatés– A nivel profesional destacaría a dos grandes periodistas que han pasado por el sillón de ‘Mujer tenía ser’: Rosa María Calaf y Carmen Sarmiento. Por su pelea personal para abrirse paso en una profesión maravillosa cuyo camino estaba sin embargo plagado de obstáculos machistas que las obligaba a hacer permanentemente un doble esfuerzo para que se reconociera su valía y por su periodismo crítico y comprometido a través del cual han hecho visibles a grandes olvidados. A nivel personal, tengo en casa la mejor voz a la que escuchar, a mi madre. Ella no tuvo la oportunidad de estudiar lo que quería y siempre me ha insistido a mí en que lo hiciera, que fuera lo que yo quisiera, que nadie decidiera por mí y lo más importante, convencerme de que eligiera lo que eligiera, sería capaz de conseguirlo. Su aliento y sus consejos han sido y siguen siendo fundamentales para mí.

Como periodista, ¿cuál crees que es o debería ser el papel de los medio de comunicación a la hora de tratar el tema de la violencia de género, o de las diversas desigualdades en oportunidades y derechos entre hombres y mujeres?

Sandra Sabatés– Hay que tratar estos temas con mucho rigor y respeto hacia la víctima. No podemos ponerla a ella bajo el foco, cuestionarla, las miradas tienen que centrarse en el agresor. Huir de eufemismos, llamar a las cosas por su nombre: no hablemos de hombres que no tratan bien a las mujeres, si no de maltratadores que además en algunos casos, se convierten en asesinos. Y combatir discursos, muy habituales últimamente, que pretenden restar importancia a la mayor lacra que arrastramos, la violencia de género, hablando de violencia doméstica o intrafamiliar y no reconociendo que hay una violencia estructural contra la mujer que se ejerce por el simple hecho de ser mujer.

Los medios tenemos sin duda una responsabilidad enorme en esta lucha por la igualdad y nuestra actitud debe ser ejemplarizante. En todos los sentidos. Empezando por nuestra principal herramienta de trabajo, usando un lenguaje inclusivo y no sexista. Aplicando la perspectiva de género en el tratamiento de las noticias. Huyendo de estereotipos, de modelos sexistas. Fomentando la presencia de mujeres en los medios, recurriendo a ellas como expertas y ampliando los contenidos que hablan de nosotras. Y para que eso sea así, es importante también que en los puestos de tomas de decisión, haya mujeres.

Por Adriana Herreros