09.09.2022

Las cinco pistas sobre el futuro que descubrimos en nuestras exposiciones

La obra de Liam Young es un viaje al futuro. En la exposición ‘Liam Young. Construir mundos’, el artista australiano nos enfrenta directamente con posibles futuros tecnológicos y nos pregunta: ¿es este el futuro que queremos? Como casi todas las expediciones futuristas, es una experiencia cautivadora, asombrosa… Y también preocupante. Una sensación que ya vivimos en su predecesora ‘La gran imaginación. Historias del futuro’, una muestra que recorría una larga tradición de ficciones del futuro en el cine, la literatura, el diseño y el arte… Y su influencia en el pensamiento actual.

Tras dos exposiciones consecutivas dedicadas al futuro, solo cabe preguntarse: ¿qué nos espera? Aquí van algunas pistas.

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En Espacio Fundación Telefónica buscamos hacer de nuestras exposiciones una ventana al futuro, una fuente de conocimiento que nos ayude a avistar el mañana. Con proyectos como estas exposiciones, reivindicamos el valor inestimable de reimaginar el presente y el futuro, fomentar el pensamiento crítico sobre los grandes desafíos que afrontamos y marcar el rumbo hacia un mañana más humano e inclusivo.

🔮Primera pista: construir el futuro entre todos

El futuro está en nuestra mano y será fruto del diálogo y el consenso social. Pero los seres humanos tardamos en darnos cuenta. Las primeras miradas al mañana tenían afán predictivo: el futuro estaba escrito y era posible conocerlo. Con el tiempo, cambiamos el foco: el gran poder de la imaginación es inspirarnos a alcanzar un mundo más deseable en vez de aceptar lo que vendrá.

No obstante, “es importante que la imaginación de futuros no sea responsabilidad de unos cuantos creadores o expertos, sino que todas las personas se involucren en la ideación de alternativas” señalaba Jorge Camacho, comisario de ‘Historias del futuro’. Así lo ve también Liam Young. Para él las técnicas audiovisuales son un vehículo precioso para trasladar al público general los desafíos de nuestro tiempo y avivar el debate. El objetivo: que cualquier persona empatice y se implique en la búsqueda de soluciones.

El arte y las ficciones especulativas nos invitan a plantearnos qué futuro queremos para que seamos capaces de cambiar el mundo

🔮El superpoder de la ficción

Foto: ‘Concierto y ópera desde casa en el año 2000’ (1900). Guía práctica de #HistoriasDelFuturo.

Los homo narrans vivimos de historias. Los relatos nos unen como sociedad y nos dan un sentido, un camino a seguir. Soñadores de todas las épocas han narrado el futuro, creando un imaginario colectivo que, a menudo, deviene en realidad. ¿Acaso no soñaban en el siglo XIX con viajar a la Luna? ¿O en 1900 con ver la ópera en streaming?

Asegura Liam Young que las historias nos salvarán. Porque, en un mundo con crisis planetarias de la magnitud de las que estamos viviendo, el verdadero riesgo es no especular. La ficción es su caballo de Troya, explica María Brancós, responsable de exposiciones de Fundación Telefónica: “Imágenes bellas e inspiradoras que insertan un pensamiento crítico y conducen a decisiones más informadas”.

La obra de Young no es mera ficción  —le precede una pormenorizada investigación—, pero emplea la narrativa de construcción de mundos, al estilo del cine y los videojuegos. Así, los datos se empapan de emoción y cobran sentido para el espectador. Nos llega más una película que un gráfico de barras.

🔮Repensar la tecnología

La tecnología es parte sine qua non del hoy y el mañana y es imperativo repensar su lugar en el futuro que queremos. Es la gran protagonista de las fantasías de futuro más estimulantes: travesías espaciales, hogares inteligentísimos, inverosímiles avances médicos… Pero también de los grandes miedos de la humanidad: dictaduras robot, usurpación del empleo, el fin de la privacidad. Para aprovechar las oportunidades y minimizar los riesgos, es más necesario un cambio cultural que un cambio material. 

«Hemos creado el mundo más extraordinario con la tecnología más extraordinaria. Podemos usar esa misma tecnología para descubrir cómo escapar del lío en el que estamos metidos por nuestra culpa», asegura Liam Young. Sus mundos imaginarios buscan concienciar sobre las consecuencias inesperadas de, por ejemplo, un dron en manos de un adolescente.

«Espero que la audiencia empiece a pensar en estas tecnologías de una forma más compleja, que salga empoderada para crear sus propias historias«, Liam Young

🔮La ciudades no son (ni serán) lo que eran

La organización de las ciudades cada vez tiene menos que ver con el urbanismo clásico y más con la tecnología. Liam Young se formó como arquitecto y, ejerciendo como tal, se dio cuenta de esta realidad. Las redes planetarias, la inteligencia artificial, los drones, los coches autónomos… No solo configuran el espacio cívico, sino también quiénes somos como individuos y como sociedad. En sus urbes del futuro Young exagera esas tendencias para mostrarnos sus posibles resultados. Un ejemplo: Where the city can’t see nos presenta una vigilancia tecnológica de la cual es casi imposible escapar.

Estos escenarios urbanos distópicos continúan una larga tradición de ciudades futuristas que han inundado el cine y la literatura (y las salas de ‘Historias del futuro’) de rascacielos imposibles, autopistas aéreas, transportes voladores, hologramas…

Foto: en la obra ‘Planet city’, Liam Young plantea una ciudad global en la que habita toda la humanidad, dejando que el resto del planeta se regenere.

🔮Huir de un planeta devastado

La crisis climática es el gran desafío del presente y el futuro. Para dar con soluciones reales y alcanzar un crecimiento sostenible y equitativo, la tecnología será nuestra mejor aliada. Imaginamos futuros más verdes, más inclusivos, un planeta regenerado, una atmósfera más saludable… Pero no se trata de un retorno a la naturaleza, de renunciar al progreso. Más bien al contrario: de aprovechar las oportunidades que brinda la tecnología para salvar el planeta. Otra idea que Liam Young desorbita en su obra The great endeavour’, donde imagina una estructura titánica para almacenar emisiones. ¿Es posible algo así? ¿Podrá la humanidad realizar esfuerzos como este para salvarse?

En caso de no lograrlo, y frente a la amenaza del colapso, surgen las imaginaciones de una nueva vida fuera de los límites de la Tierra. Liam Young se suma a la tradición de viajes espaciales que abarca desde Julio Verne hasta ‘Black Mirror’ . Y más allá. En su filme ‘Emissary’, narra la historia de un emisario enviado a explorar el espacio en busca de un lugar seguro para el legado de la humanidad.


¿Quieres seguir imaginando y crear tus propias historias de futuro? La exposición ‘Liam Young. Construir mundos’ se puede visitar en Espacio Fundación Telefónica hasta el 20 de noviembre de 2022. El acceso es libre y gratuito. Y, para revivir ‘Historias del futuro’, aquí dejamos algunas claves y un glosario interactivo.

Por Blanca Del Guayo.