En el mundo de la música distintos artistas buscan concienciarnos del lado oscuro del Big Data, desde el estado de vigilancia masiva en el que vivimos hasta la obsesión por la datificación compulsiva de todo lo que hacemos. Os presentamos algunas de las canciones que más explícitamente han tratado estos temas, a través de sonidos que van de lo siniestro a lo irónicamente alegre, que puedes escuchar por separado o en nuestro primer mix:
En 2010 M.I.A. publicó su álbum inspirado en internet /\/\ /\ Y /\, que abría con The Message, una canción en la que repetía “Conectado a Google, conectado al gobierno”. Los críticos musicales se lanzaron a su cuello, tachándola de paranoica e inocente, o afirmando que sus teorías conspiratorias eran una mera búsqueda de atención. Tres años después Edward Snowden desveló el espionaje digital al que el mundo entero está sometido por parte de la NSA. M.I.A., que cuenta con un EP llamado Vicki Leekx, está muy concienciada de la seriedad del problema de la vigilancia masiva y del efecto que empresas como Google tienen en la recolección de noticias y de datos, y cuenta entre sus amigos a Julian Assange, con quien hizo una videoconferencia como apertura a un concierto en Londres en 2013.
Party at the NSA, YACHT (2013)
Tras el caso Snowden distintos grupos han usado a su vez la música como herramienta de protesta contra el espionaje digital, entre ellos la banda estadounidense Yacht. En esta aparentemente risueña canción al estilo de The B-52’s, cuyas ganancias se destinan a la Electronic Frontier Foundation, el grupo describe lo bien que se lo pasan los espías de la NSA y cita a PRISM, el nombre en código de uno de sus programas de vigilancia («Hay un arcoiris al final de cada prisma»).
Digital Witness, St. Vincent (2014)
A su preocupación por la vigilancia masiva, St. Vincent añade en Digital Witness su aversión hacia la digitalización de cada aspecto de nuestras vidas (“Si no puedo mostrarlo, si no puedes verlo, ¿para qué hacer nada?”). La artista comentó en una entrevista que prevé un futuro en el que el verdadero lujo será la privacidad, cuando el 1% del que se habla hoy en Estados Unidos no sean los que acumulen la riqueza sino los que no estén siendo espiados.
Snowed In, Big Data (2015)
Un caso especial es el de Big Data, el proyecto musical de Alan Wilkis, que acaba de publicar su primer disco, 2.0. Como su propio nombre indica, Big Data trata en todas sus canciones las consecuencias de la datificación masiva, a través de temas que una escucha distraída puede considerar canciones románticas («Cariño, sabes que estaré allí para ti, no tienes que tener miedo») pero que realmente tienen como protagonistas a Facebook, la NSA o Snowden («No te creas todo lo que él te dijo, puedo sentir cada pequeña cosa que haces»).
Para conocer más sobre el big data y descubrir el trabajo de otros artistas que se inspiran en los datos masivos o los utilizan para su obra visita ‘Big Bang Data’, en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid hasta el 24 de mayo de 2015.
Y para ahondar en el tema del espionaje masivo ve al cine a ver ‘Citizenfour’, un documental sobre Edward Snowden dirigido por Laura Poitras.