Los integrantes del equipo de difusión cultural del Espacio Fundación Telefónica tuvimos la oportunidad de asistir al III Congreso Internacional ‘Los museos en la Educación’, celebrado en el museo Thyssen-Bornemisza bajo el título ‘Repensar los museos’. El congreso consistió en tres intensos días de conferencias, talleres y presentaciones de experiencias educativas. Las presentaciones y conferencias se retransmitieron en directo por internet y están ahora disponibles en el canal de Youtube de Educathyssen, pero sólo quienes asistieron físicamente al congreso pudieron participar en los talleres. Por ello hemos querido compartir en esta entrada nuestras experiencias en los seis talleres (de los ocho organizados) a los que pudimos asistir.
• La educación como ADN del museo – Olaia Fontal (Universidad de Valladolid)
En esta mesa Olaia, de una manera muy particular, nos hizo pensar y, cómo no, re-pensar sobre el fundamental papel de la mediación cultural y los educadores en los museos. La premisa era sencilla: la identificación del proyecto educativo de un museo con su ADN. Así, como si de un ser vivo se tratase, la educación tendría en un museo el mismo principio transformador del ADN, podría sufrir múltiples “mutaciones” que cambiasen o mejorasen la percepción del museo.
La práctica resultó enriquecedora al tratarse de un trabajo en equipo a través del cual pudimos conocer el punto de vista de compañeros y colegas de otras instituciones y colectivos de procedencias muy diversas, con el feliz resultado de ver cómo se llegaba a conclusiones muy parecidas aunque por diferentes caminos. Reduciendo a cuatro los conceptos necesarios para conformar la educación en los museos tuvimos que “mutarlos” y representarlos visualmente en gráficos y transparencias encadenadas entre sí. Fue toda una experiencia desmenuzar esa columna vertebral de la que se compone en muchas ocasiones el museo.
• Cartografías – Ricardo Rubiales (ICOM México)
Ricardo Rubiales nunca deja indiferente y su participación en el Thyssen no fue una excepción. Como en otras ocasiones su marca, la cartografía, estuvo también presente. El objetivo del taller fue hacernos reflexionar acerca de los modelos museográficos preestablecidos para, en clave sensorial, transformarlos en otros nuevos en los que el protagonista fuera tanto la obra de arte como el visitante.
La parte práctica fue dinámica, amena, pero sobre todo instructiva. Tras deambular por el museo con nuevos ojos y la mirada puesta en la materialidad de las salas -espacio, volúmenes, distribución, luz o color-, pusimos en común nuestras ideas, debatiendo sobre los puntos comunes y divergentes. Luego, con la libertad que ofrece moverse en el plano teórico y sin las trabas más mundanas, diseñamos de manera gráfica y divertida nuestro modelo museográfico ideal.
• Filosofía 3.0 – Miquel Sabaté (Museu de Lleida)
El objetivo de ‘Filosofía 3.0’ era investigar sobre la manera en la que el visitante, partiendo de una obra de arte, puede hacerse preguntas relativas a sus inquietudes personales, relacionadas con su entorno. Fue sin duda una experiencia interesante, aunque su primera parte nos pareció bastante condicionante, ya que, aún sin especificarlo, Miquel nos presentó aquello que le inspiraba el cuadro por él elegido antes de proponernos hacer lo mismo.
El taller nos hizo plantearnos algo tan práctico como la idea de invertir el orden que solemos seguir en nuestras actividades (Miquel comenzó el taller en un “aula” y terminó en la sala de exposiciones) y una reflexión respecto a cómo invitar a los visitantes a ponerse preguntas a partir de lo que pueden encontrarse en el museo.
• ¿Cómo pensar los museos desde lugares, experiencias y estrategias no museológicas? – Mônica Hoff
Comenzamos con una presentación basada en el contacto físico de los participantes, una dinámica muy popular en este tipo de actividades pero, nos gustaría comentar, potencialmente incómoda para muchas personas, ya que no todos vivimos como algo agradable este tipo de interacciones. A continuación generamos, a partir de la palabra MUSEO, un mural colectivo al que cada uno fue aportando sus ideas sobre lo que es o lo que querría que fuese un museo. Fue curioso ver los resultados que se obtuvieron a través de este ejercicio, del que surgieron conexiones enriquecedoras e ideas positivas (las más repetidas fueron «experiencia», «escucha», «diálogo», «vida», «descubrir», «imaginación» y «reflexión»).
En la siguiente dinámica se nos dieron ejemplos de posibles cambios a efectuar en los museos y se nos ofreció un folio en blanco para que escribiésemos nuestras propuestas. Los ejemplos ofrecidos nos llevaron a ideas poéticas o provocadoras pero nada prácticas («¿Y si quitamos las obras y dejamos su sombra?», «¿Y si quitamos las cartelas y todos los textos?»), que quizás no habrían sido las predominantes si hubiesen tenido que ser acompañadas por un “para que…”.
De este taller nos quedamos con la sensación de que realmente hay que replantearse el museo pero con una actitud más proactiva y con la camisa remangada para poner en práctica propuestas coherentes que mejoren el buen uso y garanticen un mejor servicio del mismo.
• Museos, prototipo y juego – Rufino Ferreras (Museo Thyssen-Bornemisza)
Este taller fue un claro ejemplo de cómo podemos aprender desde la práctica, “aprender haciendo”. Tras una breve introducción al mundo del juego, se puso la pregunta «¿Qué tipo de juegos pueden llevarse a cabo entre las paredes de un museo?». Continuamos por supuesto jugando, experimentando con un prototipo de juego planteado por Educathyssen e inspirado en el Dixit. El taller proponía por tanto hacer uso de mecánicas ya existentes, de juegos que ya funcionan, adaptándolos a nuestros museos. El objetivo: que el visitante se divierta, ya que aprender sucede tras el juego, o más bien, mediante el juego.
Nos llevamos para el recuerdo cómo, durante este taller, el juego dio pie a romper la timidez, a acentuar el encuentro entre profesionales, a compartir experiencias y a generar vínculos.
• Taller de recetas de agencia institucional para la educación – Aida Sánchez de Serdio
En el taller de Aida los participantes nos distribuimos por grupos heterogéneos en base a nuestra ocupación: profesoras, agentes de organismos públicos, estudiantes, directoras de departamentos de educación dentro de un museo… Cada miembro del equipo debía realizar su Hoja de Personaje, una ficha que plasmase su perfil y describiese sus debilidades y fortalezas a la hora de desempeñar su profesión. El objetivo era que, fichas en mano, cada grupo generase una propuesta que repensase el museo relacionando los diferentes puestos de trabajo que componían los equipos, para así paliar las debilidades de un miembro con las fortalezas del resto.
El escaso tiempo con el que contábamos o la informalidad de algunos de los participantes (algunos llegaron tarde, una persona se fue a la mitad) provocaron que las propuestas de los grupos no resultasen demasiado emocionantes ni novedosas. Fue interesante sin embargo comprobar que todos los participantes del taller sentían la necesidad del cambio, y observar el afán colaborativo que surgió en la búsqueda de un museo mejor.
Creemos que la participación en este tipo de encuentros siempre es positiva, nos parezcan más o menos acertadas o sorprendentes ciertas intervenciones, ya que todas nos ayudan a llegar a conclusiones sobre nuestro trabajo y a replantearnos nuestro quehacer cotidiano, algo que si no fuese por estos foros, sería complicado poner sobre la mesa por el ritmo frenético al que estamos sometidos. Nos encantará por lo tanto asistir al IV Congreso Internacional ‘Los museos en la Educación’, ¡aunque para ello tendremos que esperar al 2020! Mientras tanto, trabajaremos para aplicar a nuestras prácticas todo lo que hemos aprendido durante esta edición.