Durante los meses de Julio y Agosto de 2014 hemos llevado a cabo el taller de verano en el que nuestros grupos de participantes han conocido el trabajo de dos artistas muy dispares: Antoni Arissa y Rafael Lozano-Hemmer.
En total han sido 130 niños y niñas de entre 6 y 12 años los que han tomado parte del taller, a razón de 20 por semana. Podemos decir con orgullo que muchos de ellos ya son usuarios habituales de nuestras actividades desde la apertura de Espacio Fundación Telefónica en 2012, ya sea junto a sus familiares en los talleres de los sábados, o solos en las vacaciones de verano y navidad.
También hemos apreciado cómo, en 3 ediciones de este taller de verano, los hermanos pequeños se han ido incorporando y también cómo algunos de los mayores pasaban a participar en las actividades del programa de13@17.
Hemos reunido una selección de fotos de todos los talleres en nuestro flickr y agradecemos especialmente a los padres y madres la autorización que nos permite tomar fotografías de sus hijos para poder ilustrar, documentar y mostrar el trabajo tan enorme (a la par que satisfactorio) que supone montar un taller de 4 días para un público tan exigente.
Este año hemos visitado las exposiciones de los artistas Antoni Arissa y Rafael Lozano-Hemmer. Una combinación interesante con la que trabajar a propósito de la fotografía clásica y el arte electrónico.
EL FOTÓGRAFO Y SU SOMBRA
Las sesiones en torno a la figura del fotógrafo Arissa se centraron en conocer, por un lado, la fotografía pictorialista y la Nueva Visión, y por otro, los diferentes encuadres y perspectivas que se pueden utilizar a la hora de tomar una fotografía: frontal, picado y contrapicado.
Distribuidos en equipos, nuestros participantes realizaron sus propias escenas pictorialistas utilizándose a sí mismos como figuras protagonistas. El encuadre y la posición de la cámara se trabajaron a través de la práctica fotográfica con objetos personales que los niños y niñas habían escogido previamente en casa.
Una de las actividades más divertidas fue el trabajo con sombras, una de las constantes en la obra de Arissa que nos interesaba abordar y que tuvo un resultado sorprendente.
Siluetear la propia sombra a tamaño real y poder colocarse sobre ella gustó muchísimo a los participantes, a pesar de que recortar y rellenar con collage cada una fue una labor larga y minuciosa.
ABSTRACCIÓN BIOMÉTRICA
En la segunda mitad del taller visitamos las obras de Rafael Lozano-Hemmer y, una vez abordadas las posibilidades de la biometría y la importancia de la aportación colectiva a las diferentes instalaciones, procedimos a elaborar un paisaje dactilar y un paisaje ocular entre todos, utilizando nuestras huellas dactilares y nuestros ojos.
Esta exposición nos descubrió un sistema muy innovador, ideado por el propio artista y su equipo, para supervisar el mantenimiento de unas obras muy delicadas que requieren atención continua durante todo el período expositivo.
Desde la sede canadiense de su Estudio Antimodular, el equipo de Rafael Lozano-Hemmer puede monitorizar por control remoto a través de internet el correcto funcionamiento de las piezas. Pero para ver cómo funcionan desde el otro lado del océano, utilizan un simpático robot realizado por ellos mismos que se desplaza por la sala de exposiciones durante la noche para mostrar, a través de una webcam, todos los ángulos y puntos de vista posibles que cada instalación requiere.
Esta anécdota nos sirvió como motivo para que otra de las actividades fuera la muy exitosa construcción de robots con material de desecho doméstico y las piezas de Make Do.
Cada participante construyó su propia versión del robot vigilante decidiendo qué funciones y qué obra debería vigilar.
También aprovechamos para dejar nuestro propio aire viciado, como en la obra Vicious Circular Breathing, en globos de colores.
LA EXPOSICIÓN FINAL
Parte del último día del taller de verano lo solemos dedicar a la exposición final de los trabajos, que se muestran a los padres y familiares a última hora de la mañana y que supone una oportunidad de resumir la semana.
Pero lo más emocionante es que este año por primera vez la exposición ha salido del espacio de taller (las aulas) para expandirse por la zona principal de la 3ª planta del Espacio Fundación Telefónica, lo que ha dado mucha visibilidad a la labor que realizamos desde el Equipo Educativo a la vez que ayuda a integrar la participación activa de niños y niñas en los museos e instituciones culturales como la nuestra.
Son ellos los que cada semana montaron sus propias piezas en los paneles y generaron los títulos y cartelas, ejerciendo de artistas, comisarios y técnicos de montaje, para finalmente hacer su personal labor de mediación al explicar a sus invitados adultos qué era cada cosa.