El tacto es la puerta más inesperada, el sentido más sutil y, sin embargo, capaz de transmitirnos las sensaciones más intensas. Hay personas para las que se convierte en la única vía para acceder a la realidad, y es en esas situaciones extremas donde revela toda su capacidad de evocación. Quien haya acariciado una tela entenderá hasta qué punto los colores pueden asociarse a un tacto, y quien se haya acercado a la historia de Helen Keller, y de cómo logró tener una vida plena a pesar de ser sordociega, sabe del poder que puede llegar a tener para comprender el mundo. Nos acompañan Esther Ramón, poeta, Rakel Camacho, dramaturga, Julia Monje, actriz, y la sexóloga Arola Poch. Como siempre, han guiado esta sesión los comisarios de la exposición “Color. El conocimiento de lo invisible”, María Santoyo y Miguel Ángel Delgado.

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