Estimular en los jóvenes autores el deseo de escribir. Despedimos el ‘Certamen Juvenil de Relatos de Terror 2000 Románticos’ –que este año ha celebrado su IV edición de la mano de Fundación Telefónica y Loqueleo– con la edición de un libro que alberga las inquietudes del ser humano, que habla del amor, la naturaleza y la fascinación por las historias góticas y de terror de esta nueva generación de jovencísimos autores.
«El objetivo esencial de 2000 Románticos es estimular en los jóvenes autores el deseo de escribir. Creemos que el acceso a la Escuela de Escritores contribuye de manera muy significativa, determinante, a ese objetivo. La soledad en la que se ve sumido todo escritor, especialmente en su juventud, puede ser disuasoria, sugerir la idea de abandonar. La convivencia con otros escritores nos recuerda que no estamos tan solos y que nuestro objetivo puede ser alcanzado«, Fernando Marías
El Romanticismo sigue vivo. Y el espíritu literario de los jóvenes, también. La prueba de ello es el Certamen Juvenil de Relatos de Terror 2000 Románticos, que este año ha celebrado su IV edición de la mano de Fundación Telefónica y Loqueleo.
Esta iniciativa busca alentar a los jóvenes escritores y fomentar el encuentro entre ellos, para que abandonar su sueño literario ni siquiera sea una opción. Participan chicos y chicas de 3º y 4º de la ESO de la Comunidad de Madrid, atraídos por las buenas letras y con un imaginario romántico deseoso de ser traducido a palabras.
Para Fernando Marías, uno de los artífices del certamen, las historias recibidas son una mina de talento: “Los apasionados por la lectura y la escritura somos pocos, pero firmemente aferrados a nuestra pasión. Los relatos finalistas de 2000 Románticos siempre me suponen una alegría: de pronto aparecen joyas, el reconocimiento nítido de alguien que tiene algo interesante que contar y se esfuerza por contarlo mejor que nadie”.
La elección del ganador en esta edición no fue sencilla. De los 112 relatos recibidos, se preseleccionaron veinte historias. Entre ellas, el jurado seleccionó la obra de cuatro participantes, que nos acompañaron en nuestro auditorio con una lectura de sus románticas creaciones. Finalmente, en esa misma jornada, se proclamó ganadora a Irene Díaz Lázaro, por su relato ‘Era poeta, y punto’, donde retrata la relación entre el creador y sus musas.
La ilusión y el trabajo de estos jóvenes autores ha quedado reflejada en un maravilloso libro, presentado también en nuestro auditorio el pasado 29 de junio, que recoge los viente relatos finalistas. Un libro que alberga las inquietudes del ser humano, que habla del amor, la naturaleza y la fascinación por las historias góticas y de terror de esta nueva generación de jovencísimos autores.
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Sigamos leyendo. Sigamos amando las buenas historias. Las que dan escalofríos y remueven el alma. Y, en la próxima edición del certamen… Más y mejor.