23.11.2023

Jesús Fernández: «A veces compramos piezas por intuición, realmente baratijas, y luego te das cuenta que son auténticas joyas que tienen un valor incalculable».

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Jesús Fernández Fernández es el CEO de FOTICOS, S.L. y propietario de FOTICOS COLLECTION, una colección de más 5.000 piezas relacionadas con el mundo de la fotografía en la que se incluyen 1.300 aparatos estereoscópicos. 

La vida de Jesús siempre ha estado vinculada a la fotografía, sin embargo, cuando empezó su andadura en este mundo trabajando como vendedor en 1976 no podía imaginarse que acabaría poseyendo y gestionando una de las colecciones fotográficas más extensas de nuestro país. Ésta, comenzó gracias a una herencia paterna, mientras que su interés por las cámaras estereoscópicas fue despertado por un regalo de su mujer en los años 90. A partir de ese momento, Jesús comenzó a experimentar y adquirir este tipo de aparatos. 

Podrás disfrutar de parte de la colección de Jesús en nuestra exposición ‘Mundo expandido. Entre lo físico y lo virtual‘, para la que ha prestado 20 piezas relacionadas con la estereoscopia. Además, para aportar un mayor contexto a este tipo de fotografía, hemos preparado una entrevista en la que nos habla de pasión y curiosidades sobre este mundo. 

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mundo expandido

¿Cuándo empezaste la colección y por qué?

Por mi profesión de comercial en el sector de la fotografía, siempre había ido coleccionando diferentes cosas que me parecían curiosas o interesantes (incluso Biblias porque soy creyente), pero realmente cuando empecé a coleccionar conscientemente fue a raíz de un regalo que me hizo mi esposa Eva en el año 1990 aproximadamente.

Me regaló una cámara de fotos estereoscópica de una tienda de juguetes que había por entonces en España y que se llamaba Imaginarium. Consistía en una sencilla cámara de plástico con visor. No sé si costaba unas 1.500 pesetas o algo así, pero la cuestión es que me llamó mucho la atención, porque como he comentado llevaba desde los 16 años trabajando en la industria fotográfica y no conocía ese sistema. Seguramente lo había visto antes, pero no me había llamado la atención.

Desde entonces me dediqué a ir perfeccionando mis conocimientos, a querer comprar cámaras y visores más avanzados, con mejores ópticas… Y un día sin darme cuenta tenía una importante colección no solo de fotografía estereoscópica sino de la historia de la fotografía en sí.

 

¿Cuál es el propósito de esta colección?

Esa es una muy buena pregunta. Realmente nunca ha habido un propósito como tal, ya que como he comentado fue algo que comenzó sin pensarlo, surgió sin más. Pero en este tiempo que ha pasado, más de 30 años, he ido coleccionando aparatos fotográficos, principalmente estereoscópicos, conforme iba descubriendo nuevos sistemas y mecanismos de los que quería aprender y conocer.

He ido adquiriendo cámaras, visores, imágenes…. Voy coleccionando pedacitos de la historia de la fotografía. Pero me di cuenta de que es imposible reunirlos todos, y eso que en la actualidad entre cámaras, visores y accesorios tenemos unas 15.000 piezas.

¿Qué pieza de tu colección tiene un mayor valor histórico u original y por qué?

Tengo un visor inglés de 1860 aproximadamente (que está incluida en las obras cedidas): Natural Stereoscope, fabricado y patentado por Joseph Wood en Birkby (Huddersfield), que además coincide que es la pieza por la que más he pagado.

Se hicieron muy poquitos, por lo que es una auténtica rareza histórica, se le conoce también como el “Rolls Royce” de los visores. Y el nuestro formó parte de la colección Abring (el más famoso coleccionista de fotografía de todos los tiempos), hasta el punto de que lo puso en la portada del número II de su título “Von Daguerre bis heute”.

 

¿Y cuál o cuáles tienen mayor valor simbólico para ti? ¿Por qué?

Una de las piezas por las que más aprecio tengo es un visor estéreo tipo Brewster de London Stereoscopic Company de Londres, que vino junto con 24 diapositivas estéreo de cristal y otras 30 diapositivas en su caja original.

El estereoscopio lo adquirimos en una subasta en Londres y tiene la particularidad que además de su calidad el estado es excelente y solo hay tres en el mundo en estas condiciones: el nuestro, el de la colección de la realezabritánica y el de un conocido coleccionista de estereoscopia que es Brian May, guitarrista de Queen.

 

¿Qué criterio sigues para adquirir o seleccionar las piezas de tu colección?

Esta es una pregunta bastante interesante , porque una de las cosas que me he dado cuenta es que ya no compro como Jesús Fernández coleccionista (que es como hacía en los inicios hace 30 años), ni siquiera intentando tener una colección de estereoscopía exclusivamente, si no que compro como “colección museo”.

 

 

Es decir intentamos tener de todo lo relacionado a la fotografía y vamos completando colecciones como por ejemplo tenemos una colección de más de 700 fotómetros, otra de cámaras europeas de varios miles, otra de industria fotográfica que se han fabricado en España, tenemos más de 2.500 piezas de Kodak, etcétera. Y al final nos hemos juntado con una colección de alrededor de 15.000 aparatos, lo que hace que tengamos una de las mejores colecciones de Europa.

 

Vemos que estas piezas provienen de todo el mundo, ¿cómo las consigues?

A base de visitar webs, de ponerme alertas en distintas casas de subasta, páginas de segunda mano, de coleccionismo… Pero además tenemos bastantes amigos coleccionistas y marchantes que al conocer lo que queremos contactan directamente con nosotros para ofrecernos piezas que creen que pueden sernos de interés o que merecen ocupar un lugar en nuestra colección. No hay prácticamente un día al año que no consigamos una pieza nueva..

 

En tu opinión, ¿qué piezas marcaron un antes y un después en el mundo de la fotografía?

Reconozco que no soy un historiador o investigador como tal, sino un coleccionista apasionado de este mundo. Pero al final, de tanto leer, indagar y buscar he aprendido a base de años de aprendizaje, ya no con la intención de aprender historia, si no de mejorar nuestra colección día a día. Hay aparatos maravillosos como las Leica, que marcaron un antes y un después, porque impulsaron cámaras mucho más versátiles y pequeñas con el sistema de 35mm universal, que era prácticamente el mismo que el del cine.

Si hablamos de la fotografía estereoscópica, pues me atrevería a decir que Jules Richard, a principios del siglo XX, marcó un antes y un después, gracias a una completísima gama de productos y accesorios que inundó todo el mundo y que popularizó la fotografía estéreo. Y ya entrados en los años 50 ó 60 destacaría View-Master o Realist y otras marcas americanas que revitalizaron de nuevo la fotografía estéreo, popularizando este tipo de visores.

 

Y cómo no mencionar al gigante Kodak, para mí el mayor referente con respecto al marketing aplicado a la industria fotográfica. Llevó a cabo estrategias novedosas: cómo conseguir hacer un “mercado cautivo”, esto es aquelen el que los proveedores controlan prácticamente el suministro de bienes específicos. Se estima que en los años 60/70 Kodak contaba con un auténtico monopolio al tener entre un 70 y 85% de cuota de mercado.

 

¿Cómo funcionaban los visores estereoscópicos? ¿Cómo se creaba esa sensación de estar viendo una imagen en tres dimensiones?

Por lo que he leído, y a grandes rasgos y en palabras que todos podamos entender, funciona como la vista humana, que al tener dos ojos podemos ver dos perspectivas diferentes del objeto, la distancia que hay y su volumen , eso hace que, utilizando una cámara con dos objetivos separados a la distancia interpupilar como la de nuestros ojos , consigamos esa sensación de ver una imagen tridimensional.

Por supuesto, la fotografía estereoscópica ha ido evolucionando con el paso de los tiempos, con aparatos cada vez más ingeniosos, sofisticados y elaborados, pero el principio es el mismo de la vista humana. ¿Sabíais que en la Exposición Universal de Londres de 1851 la reina Victoria mostró su interés por un invento hasta entonces desconocido? Era el visor estéreo de David Brewster.

 

De las piezas cedidas para la exposición ‘Mundo Expandido. Entre lo físico y lo virtual, ¿cuál es tu favorita y por qué?

Como ya imaginaréis, la pieza que más me gusta es el visor inglés de 1860 aproximadamente que también es, sin duda, la mejor pieza de nuestra colección por su calidad y además es una maravilla de marquetería y artesanía.

 

¿Puedes contarnos alguna anécdota al adquirir una pieza para tu colección?

A lo largo de 30 años han sucedido montones de anécdotas. Y la verdad es que ha sido muy divertido, porque la colección es una dedicación a tiempo parcial, que compatibilizo con mi trabajo.

Desde mis inicios laborales me he dedicado a la imagen y puedo decirte que hemos ido comprando aparatos en mercadillos callejeros, en tiendas, más adelante por Internet…. y hasta por WhatsApp.

A veces compramos piezas por intuición, realmente baratijas, y luego te das cuenta que son auténticas joyas que tienen un valor incalculable. Hablo en plural porque en esta colección yano estoy solo yo, sino que colaboran otros compañeros como Eder Guevara o María Gonzalvo, que desde hace unos años participan activamente en la colección. Y a veces nos encontramos que cuando la pieza llega a nuestras manos vemos que son obras verdaderamente únicas, que quizás haya tres o cuatro en todo el mundo.

Os voy a contar una anécdota para que veáis que no siempre acertamos. Vi en una subasta holandesa un visor estereoscópico fabricado en Lleida sobre 1970, que no había visto nunca. Lo compré por 250 euros aproximadamente y poco tiempo después aparecieron en Wallapop montones de ellos a 5 y 10 euros.