Siendo fiel a su rechazo del misterio y el hermetismo, el equipo de elBulli nos introduce a través de esta exposición en su universo creativo, no limitándose a hablar de cocina sino describiendo todas las estrategias que utilizó para romper con la tradición y llegar a resultados completamente nuevos. Su deseo es que todos reflexionemos sobre qué papel le damos a la creatividad en nuestro trabajo y en nuestra vida cotidiana, y que incluso podamos aplicar alguna de sus técnicas a nosotros mismos, independientemente de nuestro trasfondo.
Una exposición tan ambiciosa y exhaustiva puede resultar algo abrumadora, por lo que desde el Equipo Educativo del Espacio os queremos ofrecer las claves fundamentales para no perderse en el complejo proceso creativo de elBulli.
1 · ¿Cómo comenzó todo?
En esta primera parte de la exposición descubrimos, a través de una colección de objetos emblemáticos, las distintas etapas por las que pasó elBulli desde que nació como un minigolf hasta que llegó a convertirse en el mejor restaurante del mundo.
Punto de inflexión fundamental es la conferencia del gran chef Jacques Maximin a la que Adrià asistió en 1987, momento representado aquí por la revista que se encuentra debajo de la palabra ‘¡¡Oído!!’. En esta conferencia alguien le preguntó a Maximin qué era para él la creatividad, a lo que éste contestó “La creatividad es no copiar”. Según Adrià, ése fue un momento decisivo en su vida, el momento en el que decidió dejar de reinterpretar el legado de la Nouvelle Cuisine y crear algo que no tuviese referentes previos. Adrià se dio cuenta enseguida de que no podía conseguir algo realmente novedoso a través de fórmulas ya existentes: debía desarrollar un nuevo proceso creativo.
2 · Cerramos el Bulli para abrir el Bulli
Motivado por esta idea de constante reinvención, el equipo de elBulli decidió cerrar en el año 2011, considerando que como restaurante no podía seguir innovando al mismo nivel. Nació así elBullifoundation, una fundación privada que pretende salvaguardar su legado y ofrecerle a cocineros de todo el mundo claves para la creación culinaria. Es gracias a ello que hoy contamos con esta exposición y que pronto existirá la Bullipedia. Pero volvamos a adentrarnos en lo que fue elBulli y vamos a descubrir cómo funcionaba.
3 · Unos recursos inusuales
Pilar fundamental del proceso creativo del Bulli fueron sus recursos organizativos, humanos y económicos. ElBulli cerraba durante 6 meses para poder invertir ese tiempo en la creación de nuevos platos (o como ellos los llaman, elaboraciones que se degustan), y a partir del 2001 empezó a servir exclusivamente cenas. El equipo se dividía en equipo creativo y reproductivo, y contaba con 45 personas en la cocina y 20 en sala: 65 trabajadores para 50 comensales. Se invertía un 20% en I+D (Investigación y Desarrollo), decisión tomada por Juli Soler, figura muy importante en el nacimiento de elBulli tal y como lo conocemos hoy, y quien contrató a Adrià. Si consideramos que la inversión en I+D de los países de la UE se encuentra entre el 1 y el 4%, nos damos cuenta de la magnitud de este porcentaje.
El Bulli podría haber sido más rentable abriendo todo el año y durante todo el día, utilizando menos personal o invirtiendo menos en investigación, pero como se explicó en un curso sobre el restaurante impartido en Harvard «Las cosas que hacen que elBulli sea ineficiente son las que lo hacen tan valioso para la gente».
4 · Técnicas creativas
Además de contar con unos recursos poco corrientes para un restaurante, elBulli desarrolló multitud de técnicas creativas novedosas. Entre ellas cabe destacar la interdisciplinariedad que les llevó a colaborar con diseñadores, empresas de alimentación, científicos o artistas; la búsqueda de inspiración y conocimiento en otras cocinas (como la japonesa) y en la naturaleza; y conceptos innovadores como el de la vajilla como parte fundamental de la experiencia gastronómica, el de ‘sexto sentido’ o el de la célebre ‘deconstrucción’.
Junto a estas técnicas se encontraban otras dos muy importantes: el análisis y la catalogación. Cada idea para una nueva elaboración era analizada por el equipo creativo, que la valoraba según su interés conceptual («¿Es esto realmente innovador?»). Posteriormente, tanto las que no pasaban ese filtro (las denominadas ‘lo que pudo ser y no fue’) como las que sí eran catalogadas. De esta manera elBulli evitaba copiarse a sí mismo sin darse cuenta, podía rescatar viejas ideas descartadas que quizás gracias a un nuevo descubrimiento podían funcionar, y contaba con una gran cantidad de información muy interesante que poder compartir con el mundo, como en el caso de esta exposición.
5 · De principio a fin
Os proponemos la sección dedicada a El ravioli que se va, uno de los platos más icónicos de elBulli, como broche final a la exposición. En ella se muestran las fases de la creación de un plato desde la primera chispa que inicia su producción hasta su materialización definitiva. Habiendo descubierto las claves del proceso creativo de elBulli, no os costará ahora identificar las técnicas creativas que se utilizaron en una elaboración tan singular como ésta.
Otros Recursos
Si queréis ir incluso más preparados a la exposición, podéis encontrar en nuestra carpeta de Descargas distintos recursos educativos, como un Para Saber Más o un Cuaderno de Profesores.
También puedes descargarte la guía didáctica ‘Manos a la obra’.