Los próximos días 12 y 13 de diciembre el Espacio Fundación Telefónica acogerá una nueva edición de Clazz Xmas, dos sesiones de jazz protagonizadas por Sandra Carrasco, que juega con el jazz y lo fusiona con flamenco, tango o el bolero, y el Quinteto Cimarrón, un grupo de cuerda que mezcla jazz con ritmos cubanos.

«El jazz es como ir a pasear por un bosque», explica Eduardo Coma, violinista del Quinteto Cimarrón, «tú sabes que la salida está por la izquierda, pero te vas a la derecha un ratito, luego al centro, luego vuelves a la izquierda… El jazz es como caminar por la música«. Para su actuación en el Espacio Fundación Telefónica, el Quinteto Cimarrón ha preparado un paseo «que no llega a ser del todo clásico ni del todo popular, con unas pinceladas de jazz que se pueden ver en las armonías y en las improvisaciones», aunque también pasará «por diferentes músicas de Cuba». Se trata de un concierto «muy dinámico» en el que el grupo comenta lo que va tocando y explica la historia de la música cubana.

El Quinteto Cimarrón nació en 2008 y está integrado por Eduardo Coma Vega, Lázaro Wilman González Pena, Raymond Arteaga Morales, Luis Enrique Caballero Varona y Óscar Rodríguez Calvo, cinco músicos cubanos afincados en Galicia. «Cuando un cubano llega a Galicia es muy flaquito y después muy gordito», bromea Eduardo Coma, que comenta que esta región está muy unida a su Cuba natal por todos los españoles que emigraron. «En Cuba hay más calor, aquí más frío», dice, «eso ayuda mucho a la música: si siempre hay sol es difícil encerrarse en un sitio para trabajar«.

Coma reconoce que el jazz es una música difícil de acercar al gran público, pero eso es algo que «también pasa con la música clásica o el hip-hop» y sostiene que «la música clásica de una orquesta sinfónica puede ser igualmente catalogada o aplaudida que cualquier músico de jazz», asegura. «Los grandes compositores no son más que jazz», añade, «son grandes temas con variaciones. Si escuchamos toda la música clásica, es un tema principal del que se hacen desgloses y añadidos. Es como el jazz».

El jazz latino nació con la emigración latina hacia Estados Unidos. «Al estar los cubanos allí se integraron en aquella música sin perder sus raíces«, dice, «ese jazz con la influencia de la música cubana y los ritmos africanos es el jazz latino». «A lo mejor el jazz es más arrabalero, con su vestuario y su vinculación con los negros de Nueva Orleans», afirma, «pero no tiene que envidiar a otros tipos de música». Según el músico cubano, «es el ser humano el que se pone impedimentos». «La música está ahí para ser escuchada», concluye, «hay que enseñar que no es difícil entenderla. Hay que disfrutar y dejarse llevar».

La joven promesa Sandra Carrasco es conocida en el mundo del flamenco, pero ha ido ampliando (con gran éxito) su repertorio con nuevos ritmos latinos. Como ella misma nos explica. «hago un tipo de música que no tiene etiqueta, soy anárquica. El flamenco lo tengo siempre como un as bajo la manga, una impronta que está en todo lo que hago. Me inspiro en los grandes de la música latinoamericana y reinterpreto a esas voces que a mí me inspiran».

Nacida en Almonte, Huelva en 1981, la vocalista está a la vanguardia de los artistas flamencos. Desarrolló su amor por el género después de escuchar a artistas de la talla de Mayte Martín y Enrique Morente, «me gusta tanto la música que no puedo decir dónde estoy, no me gusta parecerme a nadie, estoy en tierra de nadie. Mi estilo es un trasunto de todo lo que me inspira, me nutro de todo tipo de estilos: jazz, rock…».

En abril de 2014, Sandra publica su segundo álbum «Océano” que consigue una gran acogida: «sí, una acogida buenísima, mejor que el anterior. Hay un cambio notable en este disco porque yo también he cambiado. Hay otras metas musicales y humanas. Este trabajo nuevo es más sofisticado, más interesante. Hemos abierto las miras y he ganado público y nuevos fans».

Para su concierto en el Espacio Fundación Telefónica, la artista -acompañada de Melón Jiménez a la guitarra, de Iván Ruiz Machado al contrabajo y Yuvisney Aguilar a las percusiones- nos anuncia que está preparando un repertorio clásico de versiones, donde conjugará el jazz con el sentir flamenco, «será un repertorio equilibrado, vamos a interpretar «Océano» en acústico, más nuevas piezas que me apetecen mucho. Celeste Mendoza, Olga Guillot, Las Grecas… A Olga la conocí hace dos semanas y no puedo dejar de escucharla».

El tipo de público que asiste a un concierto de jazz sigue siendo un público iniciado, minoritario pero «en nuestros conciertos hay de todo. Desde la persona que le gusta la música, hasta el melómano más melómano. Somos intérpretes a la antigua usanza. Conseguimos enamorar a la gente, y suelen repetir. Además se corre la voz».