Ya nadie duda que la Inteligencia Lógica no puede desarrollarse de ninguna manera sin la Inteligencia Emocional, el tipo de facultad intelectual menos valorada desde la escuela y considerada como un tipo de aprendizaje “menor”. Desde los avances de la Neuro Ciencia y el desarrollo de la Teoría de las Enseñanzas Múltiples de Gardner, día a día se contempla el desarrollo de la Educación Emocional como una tarea fundamental en los contextos educativos.
En la cuarta sesión de la Escuela de Educación Disruptiva, hemos analizado tres casos concretos de desarrollo de la Educación Emocional que sirvan de inspiración para que otros docentes y centros comprueben por qué es necesario y cómo es posible situar lo emocional como eje central de las prácticas educativas reales.

Conversación 4.1 Hacia una Pedagogía de la Confianza
Con Amaia Antero, Directora de Innovación Pedagógica de la Arizmendi Ikastola, hemos analizado cómo la Teoría de las Enseñanzas Múltiples se puede entender como una propuesta general y aplicarla a un contexto de trabajo concreto desarrollando una metodología contextualizada. El diferencial de esta pedagogía está en poner la atención en crear un clima de confianza con nosotros mismos, los demás y el entorno. “Tenemos que pasar de ser personas a ser sujetos, y de ser una sociedad a ser una comunidad”.
Para que una persona confíe en sí misma, otra ha tenido que confiar en ella antes.
La Pedagogía de la Confianza es un proyecto transversal desarrollado en la Arizmendi Ikastola (Valle de Léniz, Mondragón) que se entiende como eje pedagógico del centro para todas las etapas, basándose en la idea de la autogestión y la seguridad personal, una emoción que nos llevará de forma irremediable a la seguridad comunitaria.

Con Dolores Almudéver, Docente de Secundaria formada dentro del contexto de la organización Empieza por Educar, hemos analizado el caso concreto de lo que se podría denominar como Pedagogía de las Fortalezas: “Tenemos que pensar en la necesidad de fortalecer el carácter para posibilitar el aprendizaje. Primero tengo que confiar en mí mismo”. Aprendimos a analizar la fortaleza de cada uno para conectarlas con las de los alumnos. La idea principal de esta metodología es que la actitud del docente debe construirse desde lo activo-constructivo.
Lo que nos define es cómo de valientes somos ante los retos.
Este enfoque metodológico tiene su origen en las escuelas KIPP (EE.UU.) lideradas por Dave Levin y basa su aplicación en la detección y empoderamiento de la diferentes fortalezas que cada ser humano pose. Con Dolores abordaremos cómo trabajar este enfoque metodológico de forma contextualizada en dos de los centros donde ha desarrollado y desarrolla su labor docente, el I.E.S. Eugeni d’Ors (Badalona) y el Colegio Santa Rafaela de Entrevías (Madrid).

Hemos analizado la sesión enlazando las emociones y el cuerpo mediante lo denominado como Percusión Corporal y en concreto, a través del método BAPNE (Biomecánica, Anatomía, Psicología, Neurociencia y Etnomusicología) impartido por Cristina Moreno Cebrian y desarrollado por Javier Romero.