Arquitecto racionalista y de reconocido prestigio, Julio Cano Lasso (Madrid, 1920-1996) fue un maestro de la arquitectura española contemporánea, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y Medalla de oro de la Arquitectura española, y un actor clave en la corriente de renovación arquitectónica de la segunda mitad del siglo XX en nuestro país. Autor de una obra de impronta realista y funcional, basada en la sensibilidad por la tradición y un profundo respeto hacia el paisaje.

El objetivo de la exposición ‘Cano Lasso. Arquitectura telefónica‘ –del 21 de abril de 2021 al 6 de marzo de 2022, en la 2ª planta de Espacio Fundación Telefónica– no es el de presentar una retrospectiva de su extensa trayectoria, sino que se centra en las obras que el arquitecto realizó para Telefónica. Con dos proyectos, entre otros, de gran envergadura e importancia: la Estación terrena de comunicaciones por satélites, de Buitrago, ejemplo del momento de desarrollo tecnológico e de la innovación más puntera, y Fuentelarreina, un proyecto adelantado a su tiempo que proponía sacar las oficinas de Telefónica de Madrid y ubicarlas en un espacio fuera de la ciudad, en un complejo sostenible imbricado con la naturaleza.

El Espacio Efemérides estrena esta última propuesta en pequeño formato. Un espacio que es una plataforma de difusión del patrimonio tecnológico y archivo histórico de Telefónica, un fondo de gran valor conformado por objetos, documentos y audiovisuales imprescindibles para entender la tecnología de las comunicaciones del siglo XX, que aporta información sobre el contexto social del siglo pasado.

🏢 Buitrago. Castillos y antenas

En 1967, Cano Lasso, junto con Juan Antonio Ridruejo, construyen la Estación terrena de comunicaciones por satélites de Telefónica, en Buitrago de Lozoya. Se trata del proyecto más importante de la Compañía en un momento en que incorporaba la última tecnología en comunicación y avanzaba hacia un nuevo momento de prosperidad.

Dos cuestiones fueron prioritarias para los arquitectos: el material constructivo y la relación del edificio con su entorno, su integración en el paisaje. El ladrillo, utilizado de manera masiva, da unidad a la diversidad de formas y volúmenes que configuran la Estación y cumple la intención expresada por los autores: extremar la tensión entre una arquitectura intemporal, arraigada en la tierra, con su función espacial, casi de “ciencia ficción”.

Aunque el edificio debía atender usos muy diferentes -estación de satélites, residencia y centro de estudios- su diseño consigue un conjunto armonioso, conectado y equilibrado, en el que los diferentes espacios encuentran su propio lenguaje. El edificio de fuerza refleja hacia el exterior contrafuertes que destacan su estructura; la sala de control, con una enorme cristalera curva, domina el campo de antenas; la zona de estudio y residencia cuenta con un claustro que invade de luz natural y tranquilidad la zona. Luces cenitales iluminan los espacios y la biblioteca a dos alturas invita al estudio, lejos de la actividad de la sala de control. En las habitaciones, los juegos de volúmenes ofrecen una completa intimidad a las terrazas que se abren al exterior, con la luz, de nuevo iluminando los interiores.

Hoy en día, Buitrago ya no es una estación de satélites, tiene un nuevo presente: Espacio Buitrago busca ser el lugar donde compartir ideas, conocer otros puntos de vista, en definitiva, ser un espacio para el intercambio de conocimientos.

🏢 Contra el caos del exterior

El barrio de la Concepción en Madrid acoge una central telefónica, todavía en funcionamiento, también obra de Cano Lasso.

Se construyó en la zona del ensanche, donde Telefónica necesitaba una central que diera servicio al nuevo enclave de población que crecía en el Madrid de los años 60, convirtiéndose en uno de los barrios con mayor densidad de población.

Su masa de ladrillo todavía provoca un importante impacto visual, pese a encontrarse rodeada de bloques de viviendas, manteniendo su aspecto de castillo moderno. En palabras de Cano Lasso, “construir estos volúmenes desnudos es un goce para el arquitecto”. La solución es un gran edificio en ladrillo, sin apenas ventanas y 16 torres de ventilación externas que refuerzan el aspecto de fortaleza. Sin embargo, nada de esto era caprichoso o meramente “formal”, todo obedece a las necesidades prácticas de ubicación y mantenimiento de los equipos que debía albergar: grandes espacios diáfanos internos y unas condiciones especiales de aislamiento del polvo y de mantenimiento de temperatura y humedad constantes.

🏢 Tres proyectos en Fuentelarreina

A principios de los años setenta se planteó el traslado de la sede de Telefónica a la zona norte de Madrid, en unos terrenos en la calle Fuentelarreina en las proximidades del Pardo, un nuevo complejo de oficinas que siguiese el modelo de campus empresarial, con el objetivo de agrupar todas las oficinas que Telefónica tenía repartidas por Madrid. El proyecto se le encargó a Julio Cano Lasso junto a Juan Antonio Ridruejo, del que se conservan tres propuestas realizadas en los años 1968,1973 y 1976 que no llegaron a realizarse como consecuencia de la crisis económica de 1973.

🏢 Central Telefónica de Torrejón de Ardoz

La central telefónica de Torrejón de Ardoz se encuentra situada el extremo suroriental del casco antiguo de la localidad. Julio Cano Lasso lo proyecta entre (1970-1971) siguiendo los criterios de la Compañía, de máxima sencillez y economía. Su enorme masa de ladrillo visto, se levanta como una muralla, existiendo un claro predominio de lo macizo sobre el hueco y respondiendo así a las exigencias del espacio al que está sirviendo. La arquitectura es austera y funcional. El arquitecto encontró la inspiración de las paredes ciegas, los contrafuertes y la combinación de curvas y planos rectos en las antiguas fortalezas de ladrillo castellanas.

[*Agradecimientos:

Esta muestra no podría haberse llevado a cabo sin la colaboración de la familia de Cano Lasso, a quienes desde aquí queremos transmitir nuestro más profundo agradecimiento por abrirnos su estudio y dejarnos escudriñar un poco más de cerca su figura.

Igualmente hemos contado con la inestimable colaboración del Departamento de Gestión Patrimonial y de Espacios de Telefónica y del equipo que actualmente trabaja en Espacio Buitrago para que la Estación de Satélites sea un lugar de encuentro e intercambio de conocimiento.]