Casi todos tenemos un libro particularmente especial para nosotros. Para algunos, puede que ese libro haya supuesto incluso un punto de inflexión en nuestra vida. Ése es el caso de dos de los magos más célebres de la historia: Harry Houdini y Jean Eugène Robert-Houdin.
Menos conocido que Houdini, Robert-Houdin, como nos hace intuir su nombre, fue una gran inspiración para el “Rey de las Esposas”. Este mago francés, nacido en 1805 y fallecido en 1871, es considerado el fundador de la magia moderna. Impecablemente vestido de traje, actuó en los mejores teatros europeos maravillando al público burgués con trucos como El Naranjo Fantástico, la Suspensión Etérea o El Reloj Misterioso. Robert-Houdin se dedicaba de hecho a la relojería, profesión que sin embargo quedó ensombrecida por la magia gracias a un libro y a una gran casualidad.
Siendo aún aprendiz de relojero, hizo un viaje a una librería en la que pretendía comprar ‘Traité d’Horlogerie’ de Berthoud. Fue ahí donde, por un error del librero, adquirió no un tratado sobre relojería sino un libro titulado ‘Diccionario Enciclopédico de los Divertimentos y las Ciencias Matemáticas y Físicas’. En lugar de devolverlo inmediatamente lo leyó, quedando absolutamente fascinado por los trucos que descubrió entre sus páginas.
Gracias a ese libro llegaría a convertirse en un mago icónico, fuente de enorme inspiración para quienes vinieron después, entre ellos un joven originario de Budapest y emigrado a los Estados Unidos que llegaría a superar su fama. A pesar de no coincidir con Robert-Houdin en el tiempo, Harry Houdini, nacido como Ehrich Weiss en 1874, tuvo la suerte de cruzarse con un libro escrito por el propio francés, su autobiografía. El joven Ehrich le mostró las memorias del gran mago a su amigo Jacob Hyman, quien, cuenta la leyenda, fue el responsable del nacimiento del nombre «Houdini». Incorrectamente, Jacob le explicó a Ehrich que en francés una «i» al final de un nombre indicaba similitud, y cuando ambos comenzaron a realizar trucos de magia como dúo se hicieron llamar Los Hermanos Houdini. Surgió así el más célebre apellido de la historia de la magia, gracias de nuevo a un error… y por supuesto a un libro.
Si te interesa saber más sobre ambos magos no dudes en visitar la exposición ‘Houdini. Las leyes del asombro’, en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid hasta el 28 de mayo.