12.04.2019

Arte digital y naturaleza: el locus amoenus estaba hecho a base de píxeles

Si hace 40 años nos llegan a decir que algunas flores están hechas de Código ASCII, que HTML5 es el nombre de una ola y que el peso de una mariposa puede ser de 5 KB hubiésemos tachado de loco a nuestro interlocutor…  pero llegó el arte digital y nos cambió la perspectiva. Inspirados por teamLab, en esta pieza hacemos un pequeño repaso sobre otros artistas que han conseguido poner patas arriba nuestra forma de ver la naturaleza (y la tecnología).

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1. Charles Chuck Csuri, el padre del arte digital

Esta nueva corriente artística se cuece en la cabeza de un profesor norteamericano que decidió darle otro enfoque al uso de su ordenador. Charles “Chuck” Csuri creó las primeras animaciones digitales en el año 1964. La primogénita fue ‘Hummingbird’ y consistía en un colibrí dibujado solo con líneas, para el que se generaron más de 30.000 imágenes con el fin de lograr unas 25 secuencias de movimiento.

Foto: imagenesmy.com
Foto: imagenesmy.com

2. Aleix Fernández y el hashtag como elemento de construcción

Ni herramienta de comunicación, ni el clasificador de las redes sociales. Fernández borra la definición de «hashtag» del mapa y lo convierte en una estructura física, a partir de la que construye un nuevo universo al que ha decidido llamar ‘#WordsOfData’#escape, #music, #tears, #light, #death y #feel son seis estructuras audiovisuales en las que los mensajes sirven de ladrillo. En definitiva: Toda su obra juega de manera visual con la información y el vacío, a través de técnicas de proyección mapping, dando como resultado formas que fluyen de forma continua y relajante.

Foto: aleixfernandez.com
Foto: aleixfernandez.com

3. Jennifer SteinKamp: cuando la naturaleza se rebeló contra la arquitectura

Muros que desaparecen y motivos que fluyen para evocar a la madre naturaleza, ¿el objetivo? alterar la visión estable y sólida que tenemos sobre la arquitectura. Jennifer SteinKamp transforma el espacio a través de animaciones digitales generadas con programas de modelado 3D  y ‘Naturaleza Digital’ es prueba de ello. Esta obra ya se expuso en la 3ª planta del Espacio y toma elementos del mundo vegetal, que reactivan nuestra percepción, desmaterializando los muros de la sala y generando lugares para explorar e inspirar, entornos que nos hacen reflexionar sobre temas diversos.

4. Bill Viola y su “Caravaggio de alta tecnología”

Así definía un crítico la última obra de este gurú del videoarte contemporáneo: ‘Mártires’, expuesta de forma permanente en la catedral de San Pablo, de Londres. En esta obra, cuatro pantallas son el escenario del martirio que sufren tres hombres y una mujer, que quedan a merced de los cuatro elementos (tierra, aire, fuego y agua) para culminar en un final muy similar al ascenso de los cielos. La esencia de ‘Mártires’ no dista mucho del resto de la obra de Viola, que le da vueltas al sentido de la vida a través de la espiritualidad.

Foto: Lainformación.com
Foto: Lainformación.com

5. Naziha Mestaoui y el arte digital como paladín de la lucha contra el cambio climático

Esta artista belga trata de dar una voz de alarma en favor del medioambiente, y por ello nació ‘One Heart, One Tree’, una performance que unía tecnología, arte y colaboración. La obra consistía en plantar un árbol virtual a través de una aplicación móvil. Una vez plantado, la propia plataforma recogía el latido del corazón del usuario y después proyectaba un mensaje escrito por la persona, emulando el crecimiento de un árbol al tiempo de sus pulsaciones. Pero no se trataba de algo meramente simbólico, por cada semilla virtual que se consiguiese, se plantaría un árbol de verdad.

Marina López