La corrala LA CORRALA, EL BLOG DEL EQUIPO EDUCATIVO
15.09.2016

Pioneras tras la cámara

La oposición familiar, los comentarios misóginos o la falta de referentes no frenaron a estas fotógrafas documentales en su afán por capturar el mundo que las rodeaba

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Con su fiel cámara Leica al cuello, la austríaca Inge Morath (1923-2002) viajó alrededor del mundo, de México a China, pasando por Irlanda o Palestina. En la exposición ‘Tras los pasos de Inge Morath. Miradas sobre el Danubio’ pueden verse algunas de las fotografías que tomó a lo largo del gran río europeo, un proyecto a largo plazo con el que volvió a sus orígenes. Morath fue una de las primeras mujeres en formar parte de la plantilla de la icónica Agencia Magnum, contribuyendo con su trabajo a aumentar la presencia femenina en un mundo, el de la fotografía documental, con una aplastante mayoría de hombres. Pero no está tan sola como puede parecer: al bucear por la historia menos conocida y publicitada del fotoperiodismo surgen fascinantes figuras, y aquí os queremos hablar sobre tres de ellas.

La más cercana a nosotros es la catalana Joana Biarnés (1935), cuyo trabajo, al igual que el de Morath, pudo verse este año en PhotoEspaña. Del trabajo de Biarnés se comenta que parece obra de una agencia, no de un fotógrafo, y es que nada se le resistía: fútbol, retratos, moda, foto de calle… Además de imágenes del lado más glamuroso de los años sesenta y setenta, Biarnés realizó también duros reportajes, como el de las riadas del Vallés en 1962. Su personalidad estaba al nivel de su fotografía, y de hecho fue una mezcla de fotógrafa y personaje única en España en ese momento. En contraste con sus compañeros de profesión, “que iban hechos un desastre” según la fotógrafa Colita, Biarnés no comprometía su estilo y vestía siempre a la moda, sabía hacer uso de su astucia y simpatía para conseguir “la foto” y se convirtió en gran amiga de algunos de sus sujetos. Pero en un reciente documental sobre su vida, Una entre tots, Biarnés comenta que “Menos guapa, me han dicho de todo”. Frases como “¡A fregar platos!” o “¡Que te busques un novio!” fueron algo a lo que tuvo que acostumbrarse. Su padre, el fotógrafo Joan Biarnés, ya le había avisado de que estaba en un mundo de hombres, en el que tendría que aprender a defenderse sola porque él no estaría siempre allí. La catalana no sólo supo defenderse, y testigo de ello son sus fotografías, en las que se suceden icono tras icono, de Orson Welles a Lola Flores.

https://www.youtube.com/watch?v=nVEruBPcUH4

Los personajes fueron también la especialidad de la india Homai Vyarawalla (1913-2012), cuya cámara presenció la independencia de su país del Imperio Británico. Ella era igualmente “una entre todos”, pero, a pesar de haber nacido dos décadas antes que Biarnés, describía un ambiente laboral distinto, y aseguraba haberse sentido siempre cómoda trabajando con sus compañeros hombres, quienes no se sentían avergonzados de ella y ante quienes ella nunca se sintió avergonzada. En sus entrevistas recordaba la camaradería que caracterizaba la profesión en ese momento: “Nos ayudábamos los unos a los otros. Si alguien estaba cambiando el carrete, le pedía a otro fotógrafo que sacase una foto extra para él”. Vyarawalla, que había inmortalizado al primer ministro Jawaharlal Nehru y a su hija Indira Gandhi, al dálai lama Tenzin Gyatso o a Martin Luther King Jr., decidió abandonar la profesión cuando, con la llegada de nuevos fotógrafos, se desvanecieron esa solidaridad y ética profesional. De pronto los fotorreporteros se convirtieron en molestos moscones no sólo entre ellos, sino también para sus sujetos, y Vyarawalla sintió que su dignidad estaba siendo comprometida. Tras escuchar a un embajador pedirle a seguridad que echase a los “malditos fotógrafos” de una fiesta, decidió retirarse y cayó en el olvido hasta que su obra fue redescubierta en los años 80.

  • Homai Vyarawalla con su cámara Speed Graphic - The Homai Vyarawalla Archive / Alkazi Collection of Photography

  • Homai Vyarawalla con su cámara Rolleiflex - India Today Archives

  • Jawaharlal Nehru liberando una paloma en un evento en el Estadio Nacional de Nueva Dehli (1950) - The Homai Vyarawalla Archive / Alkazi Collection of Photography

  • Compañeras de Vyarawalla en la Sir J.J. School of Art (hacia 1935) - The Homai Vyarawalla Archive / Alkazi Collection of Photography

  • Gandhi y los delegados del Comité del Congreso de la India (1947) - The Homai Vyarawalla Archive / Alkazi Collection of Photography

  • Inmersión del ídolo de Ganesh durante el festival de Ganesh Chaturthi en la playa Chowpatty (hacia 1935) - The Homai Vyarawalla Archive / Alkazi Collection of Photography

  • Jacqueline Kennedy alimentando a una cría de elefante en Teen Murti Bhavan (1962) - The Homai Vyarawalla Archive / Alkazi Collection of Photography

Nacida un año después que Vyarawalla, la japonesa Tsuneko Sasamoto (1914) sigue dedicándose a la fotografía, a pesar de las dificultades a las que ha tenido que enfrentarse durante toda su carrera. Sus inicios fueron similares a los de Biarnés, pero además de los constantes comentarios misóginos vivió también la falta de apoyo familiar: mientras que su madre la animaba a hacer lo que quisiese, su padre y su hermano se oponían tajantemente al camino que había escogido. Su primer trabajo como reportera terminó abruptamente al enterarse su padre de lo que estaba haciendo, y no fue hasta seis años después, con el final de la segunda guerra sino-japonesa, cuando Sasamoto volvió a fotografiar. Desde entonces ya nunca ha vuelto a abandonar su pasión, ampliando permanentemente un portfolio que cuenta con imágenes que muestran una visita de las Juventudes Hitlerianas a Japón en los años 40, una escuela de geishas en los 50, una huelga de mujeres de mineros en los 60… En el 2014, el año de su centenario, se inauguró su exposición 100 años, 100 mujeres, en la que se reunieron fotografías de un proyecto a largo plazo que siempre ha considerado muy importante: el de retratar a mujeres de las eras Meiji (1868-1912) y Showa (1926-89) que para ella rompen moldes y que merecen un puesto de relieve en la cultura.

  • Retrato de una joven Sasamoto en una publicación del 2012

  • Sasamoto con su cámara Canon en un vídeo del 2012

  • Póster de una exposición de la obra de Sasamoto

  • Hiroshima (1953)

  • Escuela de geishas (1951)

  • Detalle de una publicación retrospectiva del 2012

Este mismo ejercicio de rescatar y destacar a figuras femeninas de la cultura es el que permite que hoy en día podamos acceder al trabajo de Sasamoto y sus compañeras de profesión a través de exposiciones, publicaciones o documentales. Cuando Sasamoto descubrió que una fotografía realizada por una mujer, Margaret Bourke-White, ocupaba la portada de un número de la revista Life, dijo haber sentido como si una serie de obturadores se hubiesen disparado en su cabeza. Quién sabe quién será la próxima pionera en ser redescubierta y en inspirar a una nueva generación de fotorreporteras.