Aún con el primer café de la mañana Virginie Despentes habla de manera muy cercana. Como si en realidad estuvieras con una colega de toda la vida. Sin duda, es generosa. De esas escritoras que no porque estén de promoción te dedican unas palabras, sino porque les gusta su trabajo. Es una analítica y observadora nata y sobre todo eso gira su forma de escribir y ella misma. También esta conversación, que en vez de presentar a modo de entrevista al uso, nos sirve para desgranar su figura con datos acompañados de sus propias palabras.
¿Quién es? Novelista y directora de cine francesa, también feminista, exprostituta y punk confesa. Antes de ser escritora trabajó en una tienda de discos y un peep-show. Dejó su casa y sus estudios a los diecisiete años, fue ingresada en un centro psiquiátrico y sufrió una violación de la que ha hablado en sus libros.
Es una transgresora y provocadora incansable, así como una observadora genial del mundo actual. El relato social que realiza a través de sus novelas consigue acercar al lector a otros puntos de vista de una manera personal, directa, pura y magnética. Curiosamente, a pesar de ser una escritora mujer, nadie clasificaría su trabajo como literatura femenina. Quizás porque sus últimas novelas tienen un protagonista masculino.
¿De dónde? Nació en Nancy, Francia, en 1969. Virginie Despentes es, en realidad, un nombre inventado. Ella misma ha contado a lo largo de su carrera que adoptó el apellido Despentes de un barrio que le encantaba de Lyon donde vivió durante siete años.
Ha publicado: Su primera gran novela fue Fóllame (1998), por la que ganó bastante popularidad y que después llevó al cine. Luego vinieron Perras sabias (1998), Lo bueno de verdad (2001) -galardonada con el Prix de Flore y de nuevo llevada al cine por el renombrado director Gilles Paquet-Brenner-, Teen Spirit (2002), Bye-Bye Blondie (2004) y Apocalypse bébé (2010), ganadora del prestigioso Prix Renaudot. En 2007 publicó a modo de manifiesto autobiográfico Teoría King Kong, un ensayo con el que se ha convertido en un referente del posfeminismo.
Sobre Teoría King Kong nos cuenta: “El libro salió hace 10 años y el éxito que tuvo en Francia, y no solamente en Francia, para mí fue una sorpresa porque la gente de la editorial con la que trabajo desde hace 20 años estaban convencidos de que un ensayo feminista no tendría ningún tipo de éxito.
Cuando lo escribí ni yo misma me di cuenta de que la mayoría de chicas estaban hartas. Lo escribí para un tipo radical de tías: para las calentonas, para las putas o para las gordas, pero con el tiempo me di cuenta de que hasta las chicas que lo han hecho todo bien están hartas de esta situación y les interesa un montón.
Sí, las típicas madres blancas, guapas, delgadas, con trabajo, con marido… Hasta ellas estaban hartas de una situación y de un silencio como reacción. Pensaba que ellas no necesitaban lecciones de feminismo».