05.10.2012

Rodrigo Cortés: “El verdadero reto es renunciar a la lógica de lo probable”

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rodrigo cortesA los 16 años lo tuvo claro: lo suyo era el cine. Fue entonces cuando rodó su primer corto en súper-8, El descomedido y espantoso caso del victimario de Salamanca. Tres años después, este onubense de 39 años realizó el cortometraje Yul  con el que se dio a conocer en el ámbito cinematográfico. Desde entonces, Rodrigó Cortés ha pisado las alfombras de medio mundo deslumbrando con sus desafíos técnicos. El cineasta hizo una parada en Madrid para participar, junto al escritor Andrés Barba, en el IV Encuentro #FriendsofTalent que tuvo lugar el pasado 9 de octubre a las 19h en el Espacio Fundación Telefónica.

Pregunta: Has recibido muchos premios nacionales e internacionales, sin embargo, en los últimos años has optado por la experiencia estadounidense…

Respuesta: En realidad, aunque las películas tienen, efectivamente, una vocación internacional y un espectador de Japón difícilmente podría decir dónde se han rodado, lo cierto es que Buried se rodó íntegramente en España, y Luces Rojas al ochenta por ciento. Lo importante nunca es el dónde, sino qué y, sobre todo, cómo.

Luces Rojas, al igual que Buried y Concursante tiene un fuerte componente psicológico y un argumento poco corriente. ¿Te consideras algo transgresor?

No sabría decirte, desde luego no es un objetivo. Tengo, supongo, una cierta tendencia a cuestionar, a intentar ver con ojos nuevos, como si no supiera nada, intentando encontrar una forma útil de relacionarme con la realidad.

Tu último largometraje, Luces Rojas, ha cosechado alabanzas pero también críticas. Los retoques que se han hecho en el film después de la proyección en Sundance, ¿tienen algo que ver?

Me temo que no. Sundance fue un laboratorio perfecto para testar reacciones de ritmo y comprensión de determinados aspectos de la película con una sala llena. Ver tu película cuando aún no has cerrado el montaje en siete proyecciones diferentes con cines abarrotados es un regalo en ese sentido, pero los cambios fueron menores, y desde luego no eliminan ningún tipo de polarización o controversia. Con Buried también lo hicimos.

Imagino que trabajar con Robert de Niro y Sigourney Weaver ha sido algo genial, pero, ¿cómo se lleva pasar de fan a director de dos actores de esa talla?

Si quieres ser útil en el set, simplemente no puedes permitirte pensar en ello. No te conviene la posición del fan.

¿Cómo fue el momento en el que le propones a Robert de Niro participar en tu película?

No hay mucha magia en eso: no quedas con él para dar un paseo, como si tuvieras acceso a su agenda, y le propones algo dejándolo caer. La propuesta se produce siguiendo los cauces habituales, con tu agencia de representación hablando con la suya. Cuando se produjo el primer encuentro efectivo, en un hotel de Sicilia, él ya quería hacer la película. Fue una reunión distendida, para conocernos, donde siempre tuve claro quién examinaba a quién.

Y hablando de Buried, ¿Cuál es el mayor reto cuando se trabaja con un sólo actor y una sola localización, que además es de sólo dos metros cuadrados?

Más allá de los desafíos técnicos que a todos se nos ocurren, el verdadero reto es renunciar a la lógica de lo probable. Es preciso dejar de pensar en términos convencionales y confiar en una convicción interna que la razón no debe apagar; no dejar que una intelectualización excesiva te convenza de que no se puede hacer algo que sabes que es posible.

Andrés Barba y Rodrigo Cortés en Friends of Talent
Andrés Barba y Rodrigo Cortés en Friends of Talent

Una hora y media en una caja es un gran reto ¿Cómo hicisteis el casting para seleccionar al actor, siendo un papel tan especial?

Obviamente, no se le hace una audición a una estrella de la talla de Ryan Reynolds. Me fijé en él en una rareza llena de inteligencia llamada The Nines. No creo que haya otro actor tan lleno de verdad con su manejo del timing.

En alguna entrevista, Maribel Verdú ha confesado que moriría por trabajar contigo. ¿Te ves enterrándola?

Si ha sido tan amable de decir algo así, sólo espero que nadie la entierre en mucho tiempo.

Te atreves con todo: guión, dirección y montaje. ¿A quién te gustaría dirigir en un futuro?

A tantos… A muchos, depende del personaje y sus necesidades internas, físicas y emocionales. La elección debe surgir del personaje y no de imaginar un póster.

Tu cine recuerda en cierta manera al cine arriesgado de Hitchcock, pero, ¿cuáles son tus referencias cinematográficas?

Titanes como, efectivamente, Hitchcock, Scorsese, Wilder, Kubrick, Keaton, Welles… Uno debe buscar referentes inalcanzables, para que sirvan de zanahoria.

Con Luces Rojas has vuelto a sorprender y en cierto modo, eso supone un nuevo reto. ¿Qué es lo próximo que tienes en mente?

No lo sé. No sorprender, quizá.

 

María del Río resa

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