Roald Dahl es el protagonista del último Todopoderosos del año. Uno de nuestros ciclos más populares homenajea así a uno de nuestros escritores de cabecera. Con esta excusa y pensando en estas fechas –se nos ha subido el espíritu navideño– hemos elegido y reseñado algunos de sus libros. Ha sido complicado, nos flipan demasiado todos.
“El que no cree en la magia nunca la encontrará”, cuentan que solía acuñar el escritor galés. Le llamaron Roald en honor al célebre explorador Roald Amundsen, el primer hombre que llegó al Polo Sur, y algo parecía anunciar ya que iba a vivir una vida excepcional. Espía, piloto de la RAF (Royal Air Force), periodista también de altos vuelos, pasará a la historia de la literatura como el principal autor de cuentos para niños llenos de humor e imaginación del siglo XX. Un gran contador de historias que nos permitió viajar a lo largo del mundo mientras estábamos sentados en nuestra pequeñas habitaciones.
Ahí van los libros que hemos seleccionado como imprescindibles. Te contamos el porqué de nuestra elección y te animamos a leerlos, si es que no lo has hecho ya. Roald Dahl para toda la familia. Un poco de Roald Dahl siempre.
‘El gran cambiazo’
“En esa compilación de relatos –imperfectamente irregular, como todos los libros de relatos– Dahl demuestra ser el escritor vivo (de los que consideramos vivos a pesar de estar muerto, ya me entendéis) con más registros literarios y estilísticos, tanto si nos referimos a las temáticas como a las formas. Nadie como él nos puede servir si nos concentramos -y nos apetece- como eslabón perdido entre Dickens y Hitchcock, entre Sade y Swift, entre Cheever y Hornby, entre Wodehouse y Rabelais. Tensión narrativa, manejo de los tiempos y una pizca de humor negro, una receta que intentan muchos pero que -hacerla bien- está al alcance de muy pocos”. (Andrés Pérez Perruca)
‘Cuentos en verso para niños perversos’
“Dahl deja volar su imaginación para poner patas arriba seis clásicos infantiles: Cenicienta es Ceny y Blancanieves, Blanquita, la hijastra de Obdulia Carrasclás… Lo único que queda de clásico en esta revisión libre son los títulos y el hilo conductor de cada historia. ¿El resultado? Cuentos cortos en verso, disparatados, divertidos, muy rápidos y llenos de sorpresas, algunas crueles. Un gancho perfecto para niños y niñas que empiezan a crecer y les gusta el humor, incluso algo negro. Un ejercicio delicioso para aprender a imaginar y recrear; y una primera toma de contacto con la creatividad narrativa y la picaresca. Libro para mí mágico, porque me recuerda que la vida parece una caja de sorpresas: hoy es así, pero mañana podría ser ‘asá’. Basta imaginarlo”. (Carmiña Castromil)
‘Boy’
“’Boy’ es un libro de recuerdos y travesuras. Roald Dahl cuenta sus orígenes y algunos hechos que marcaron su vida, pero sobre todo anécdotas infantiles que luego le sirvieron de inspiración en sus novelas. Leerlo es descubrir que ‘Las brujas’, ‘Charlie y la fábrica de chocolate’ o ‘Matilda’ nacieron cuando su autor aún era un niño. Es bonito también porque además de revelar más sobre su figura y su historia, plantea varias preguntas interesantes: ¿cómo recuerdas tu infancia? ¿Cuál fue tu mayor “fechoría”? ¿Qué contarías a los demás de ella?”. (Ylenia Álvarez)
‘Charlie y la Fábrica de Chocolate’
“Recomiendo siempre este libro porque esconde una sorpresa tras otra. Es como un juego de muñecas rusas: parece la historia de un huérfano, pero luego es un viaje alucinante por una loca fábrica de golosinas, luego es un catálogo sobre la maldad humana y, un poco más tarde, todo estalla y se convierte en un libro sobre la relación entre un chaval y un hombre que ha decidido vivir en una suerte de infancia eterna. Un relato con tantos sabores como el del catálogo de las chucherías de Willy Wonka y que, como uno de los caramelos de su invención, va cambiando de sabor a medida que se va degustando pasando de lo agrio a lo amargo para acabar siendo una golosina dulce pero no tan dulce como para empalagar a nadie”. (Ángel Ramos)
‘Relatos de lo inesperado’
“Dahl en estado puro. Libro fundamental en la historia de la literatura contemporánea y yo diría que el principal en su obra. Hala. Mostrando esa parte mísera y egoísta de la naturaleza humana, nos regala un compendio de cuentos cortos repletos de intriga, mucho, mucho humor negro, giros locos y desenlaces asombrosos. Dieciséis relatos dirigidos al público adulto sin ninguna relación argumental entre ellos pero con un denominador común: una tensión continuada marca de la casa que libera magistralmente en las últimas líneas de todos ellos. Como curiosidades chulas: muchos de estos cuentos fueron llevados a la televisión por Hitchcock (en su ‘Alfred Hitchcock presents‘) y Almodóvar se basó en el relato ‘Cordero Asado’ para su ‘¿Qué he hecho yo para merecer esto?’. La caña” (Adriana Herreros)
‘El superzorro’
“Es un relato divertido y sencillo con un humor muy especial. Los tres malvados granjeros del cuento son descritos por Roald Dahl como brillantes caricaturas de tipos humanos. A pesar de tener a su disposición todos los recursos e ingenios mecánicos posibles, como armas, excavadoras y hasta palas mecánicas, no conseguirán vencer a la astucia del protagonista, el superzorro, que saldrá victorioso de sus hazañas. Esta pequeña novela nos acerca a la naturaleza de una forma muy particular, enfrentando además la bondad y la inteligencia a la violencia y la maldad”. (Laura Hernández)
‘La maravillosa medicina de George’
«Una de las razones por las que Roald Dahl consigue atrapar a la audiencia grande y menuda es su capacidad para retratar la inocencia, el juego y las trastadas infantiles. Es de los pocos autores que consiguen que volvamos a mirar el mundo que nos rodea con los ojos de un niño o una niña. En ‘La maravillosa medicina de Jorge’, Dahl utiliza una ocurrencia de un niño para poner en marcha una aventura mágica. A Jorge le cae mal su abuela y le parece una buena idea sustituir su medicina por una de su propia creación. El potingue resultante hace que su abuela se vuelva gigante. Al ver que su pócima podría acabar con el hambre en el mundo y enterrar a su familia en dinero, Jorge intenta reproducirla, pero se olvida de la fórmula. Al intentar replicarla, fabrica nuevos fármacos con efectos cada vez más chalados, pero no consigue volver a cocinar la original. Un final con retranca que nos recuerda que el protagonista de esta historia, antes que héroe, es un niño». (Víctor Navarro)
‘Matilda’
“’Matilda’ es un libro que despierta un doble sentimiento. Por un lado, el amor hacia una niña dulce, independiente, inteligente y que, además, con tan sólo cinco años tiene unas capacidades asombrosas. Y por otro, el odio hacia unos padres egoístas y mediocres que tratan a su hija con desprecio, la ignoran y juzgan como una niña inútil. Matilda tiene el poder de conquistarte, absorberte y llevarte a su mundo, donde también hay espacio para la fantasía y las travesuras infantiles. Es un libro que te enseña la peor cara del ser humano, pero también la mejor. Contrastes que nos trasladan a una realidad bastante común: familias poco convencionales, amistad, problemas escolares, superación… Pero una realidad envuelta en esa pizca de magia que hace que termines de leer, pero nunca de imaginar”. (Leyre Paredes)
Un extra
Un 10% de los derechos de autor de los libros de Roald Dahl va destinado a la Roald Dahl Foundation, que atiende a niños con epilepsia, desórdenes sanguíneos y daños cerebrales. También ayuda económicamente a niños y jóvenes con problemas hematológicos, neurológicos y de alfabetización.