En esta época del año, una idea se eleva por encima del resto: vacaciones. Destinos paradisíacos, montañosos, refrescantes, son muchas las variedades. Pero, ¿qué tienen en común Mallorca, las Islas Marquesas o Collioure, además de sus fabulosas playas? Digamos que éstos, junto a otros tantos, fueron lugares que inspiraron a una larga lista de artistas.
Mallorca
Con la llegada del siglo XIX, Mallorca se convirtió en uno de los destinos preferidos de artistas nacionales e internacionales. Frederic Chopin viajó a la isla en 1838 acompañado de su amante, la escritora George Sand. Su estancia quedó reflejada en el libro de la escritora, Un invierno en Mallorca, un texto autobiográfico que relata las vivencias de su viaje y de su estancia con Chopin, a causa de la enfermedad del pianista. El contexto mallorquín también sirvió de inspiración al músico, quien compuso algunas sonatas como el Raindrops Prelude.
“La isla de oro”, como la describió Rubén Darío tras su primer viaje en 1906, o “La isla de la calma”, según la definió el pintor Santiago Rusiñol, enamoró a pintores como Joaquín Sorolla, quien pintó durante su viaje en 1919, al menos ocho cuadros.
Tossa de Mar
En el año 1950, Ava Gardner salía por primera vez de Estados Unidos para grabar ‘Pandora y el holandés errante’ en Tossa de Mar. También era la primera vez que los habitantes de este pequeño pueblo de la Costa Brava recibían una visita internacional tan numerosa. “De todas las condenadas películas que hice, ‘Pandora’ quizá sea la menos famosa. Y sin embargo, casi nada me ha influido tanto. Aquella película cambió mi vida”, comentó la actriz en sus memorias.
Durante su estancia allí, la estadounidense decidió cambiar su hotel por una casa particular cedida por un empresario de la población. Tal vez fuera en esta casa donde comenzó el flirteo entre la actriz y el torero y actor Mario Cabré, algo que enfureció a Frank Sinatra, quien decidió viajar a Tossa de Mar.
Islas Marquesas
Estas islas son la tierra firme más alejada de cualquier continente. Para llegar a ellas, hay que tomar un vuelo de más de tres horas y media desde el aeropuerto de Papeete, a 1.800 kilómetros de distancia. Tal vez sea esta lejanía la que ha constituido un aliciente para todo tipo de viajeros y un buen número de artistas.
El escritor neoyorquino Herman Melville llegó a ellas en 1841, tras recorrer las aguas del Océano Pacífico a bordo de un ballenero. Su vivencia allí le inspiró para escribir Taipi,un edén caníbal, un relato de su paso por los Mares del Sur que se ha convertido en un clásico de la novela de aventuras.
Fueron muchos otros los que disfrutaron de las Marquesas: los escritores Robert Louis Stevenson, Jack London, el pintor Paul Gauguin y el músico Jacques Brel. Estos dos últimos decidieron pasar los últimos años de su vida en la isla Hiva Oa, donde están enterrados.
Playa de San Pedro de Cayo Ambergris
El Cayo Ambergris es la isla más grande de Belice. Allí se encuentra la localidad de San Pedro, lugar en el que parece que se inspiró Madonna para reescribir la letra de “La isla Bonita”, junto a Patrick Leonard.
Collioure
Un gran número de galerías de arte y de pintores con sus caballetes, llenan las calles de este pequeño municipio de la Cataluña francesa. Henri Matisse llegó a este pueblo en 1905 buscando una nueva manera de pintar, dejando atrás el puntillismo. Le acompañó en este viaje el pintor e ilustrador André Derain. Durante su estancia, crearon una gran cantidad de cuadros que serían reconocidos posteriormente, en el Salón de Otoño de París, como “fauves” (fieras). Con ellos nació el fauvismo, movimiento al que se unirían otros artistas como Raoul Dufy o Georges Braque, que trabajaron también en Collioure, al igual que haría Juan Gris.
El escritor Patrick O’Brian, pasó los últimos 50 años de su vida en esta tierra. Allí ideó las múltiples aventuras por todos los océanos del capitán Jack Aubrey y del médico Stephen Maturin. Collioure es también un lugar importante en la memoria de los españoles pues en este pueblo murieron camino del exilio y están enterrados Antonio Machado y su madre, Ana Ruiz.
Isla Serrana
Pedro Serrano fue un náufrago español que sobrevivió durante 8 años en una pequeña isla con escasa vegetación y sin fuentes de agua dulce. Así lo cuenta Daniel Defoe en su libro Robinson Crusoe. Esta isla pertenece al mar caribe y su actual nombre es «Serrana» en honor a la aventura sufrida por Pedro Serrano.
Isla de los Estados
Al noreste de la Isla de los Estados, en la Patagonia, se encuentra el faro San Juan de Salvamento en el que Julio Verne se inspiró para escribir su novela, El faro del fin del mundo. Aunque el faro de la novela es una torre de piedra que nada tiene que ver con el faro real, Verne lo sitúa en el cabo San Juan de la isla de los Estados, entre la bahía del mismo nombre y una bahía de nombre ficticio, la bahía de Elgor.
Mali
Una cueva en la falla de Bandiagara en Mali se convirtió en el sitio ideal del mallorquín Miquel Barceló para desarrollar su campo experimental, sobre todo en materia de pintura. Viajó por primera al estado africano hace más de 20 años y desde entonces su producción artística ha estado ligada a este continente. El propio Barceló confesó que “África es la mitad de mis cosas”.
María del Río Resa
