De izquierda a derecha: Ana, Alexandra, Martín, Pablo y Víctor, alumnos del colegio Blanca de Castilla.
Y así fue. Durante casi un año de trabajo 100 niños y niñas de entre 10 y 12 años colaboraron en las labores de comisariado y participaron de manera activa y entusiasta (damos fe) en el desarrollo de esta expo con el apoyo de consultoras de innovación social, expertos internacionales en arte y pedagogía y profesores de dos colegios madrileños. Los (no tan) pequeños reinterpretaron los títulos de las piezas, imaginaron espacios expositivos alternativos para las obras y escogieron los cuatro ejes temáticos de la exposición: caras, forma y color, misterio y materiales. Una experiencia vanguardista en educación.
Hablamos con los protagonistas de este proyecto expositivo de creación colectiva sobre la relevancia de las disciplinas artísticas en el seno de las enseñanzas regladas, sobre la necesidad del arte como asignatura en las aulas para el desarrollo del pensamiento crítico y para comprender mejor el mañana.
¿Más o menos arte?
La Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa aprobada en 2013, lleva al capítulo de optativas las enseñanzas artísticas y musicales, y son las comunidades autónomas (y en su caso los centros) quienes han de repartirlas en el poco espacio libre que queda entre el resto de asignaturas troncales. Preguntamos a docentes y alumnos que participaron en el proyecto pedagógico Sin Título sobre el estado actual de la cuestión.
Ana María Villardón Tabarés es la directora del colegio Francisco de Quevedo, uno de los centros implicados en la exposición. Ella señala la importancia de las artes en las aulas y critica las pocas horas que se le dedican en la enseñanza obligatoria: “Con la actual normativa se ha reducido tanto el área artística que consideramos que no es suficiente. No se le está dando la importancia que se debe. La sensibilidad, la creatividad… Eso es algo que solo se puede fomentar desde las disciplinas artísticas y no hay tiempo para trabajarlo”.