13.04.2020

EducaBits

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Ahora  que todos  tenemos más tiempo para leer, pensar o contrastar noticias,  y siendo fieles a nuestro objetivo de fomentar el aprendizaje e invitar a la reflexión, queremos ofrecerte unos breves apuntes o píldoras educativas sobre los temas de actualidad – como la inteligencia artificial, la presencia de las mujeres en el ámbito científico, el feminismo, los videojuegos o las humanidades- que nos interesan y que están plenamente en consonancia con este momento en el que la conexión es vital y necesaria. Nos acercamos a ellos a partir de referencias, noticias, personajes… ¡y mucho más!

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Libros relucientes

Nos sumamos a las celebraciones del Día Internacional del Libro compartiendo con vosotros la historia de un aparato curioso, que bien podría haber sido creado por el protagonista de la novela ‘La máquina del tiempo’, de H.G. Wells. Se trata de la lavadora de libros, patentada en 1934 por los inventores franceses Jean Baptiste Faucher y Camille Reduron para limpiar y desinfectar los libros. Interesante, ¿verdad? Con forma de armario por fuera y antiguo expositor de discos por dentro, tiene la ventaja de poder desinfectar un número considerable de volúmenes (de distinto tamaño y grosor) de una sola vez y de forma automática. Los libros se colocan en los estantes circulares giratorios mientras unos inyectores móviles expulsan chorros con vapor desinfectante. Un procedimiento pionero por el que, como aseguran sus creadores en la patente, “se realiza una desinfección completa, hoja por hoja. De manera notablemente segura. Simple, rápido y eficiente”. Si bien este artilugio no tuvo mucho éxito, puso sobre la mesa la necesidad de mantener los libros en las mejores condiciones, algo que antes no se tenía tan en cuenta. En un momento en el que la higiene y desinfección son más importantes que nunca, este simpático ingenio nos recuerda que debemos proteger también uno de nuestros mayores tesoros como humanidad, y que tanto nos están acompañando estos días, los libros.

¿Qué libros meterías tú en la lavadora?

Detectando fake news

Es muy probable que hayas recibido o visto una noticia falsa alguna vez, ya que cada día inundan las redes sociales por las que navegamos. Por ello, es importante y necesario saber detectarlas. ¡Que no cunda el pánico! Te vamos a dar algunos consejos. Primero, lee la noticia completa, no solo el titular, e investiga la fuente. ¿No encuentras quién lo ha redactado? Desconfía. Escribe el título en un buscador, además de los datos y números que cite la noticia. Si es verídica, es probable que otros medios la hayan reproducido. Sin embargo, si es falsa puede que en una web de verificación de hechos se identifique como un bulo o rumor. Algo a lo que también debes prestar atención es la fecha y el contexto, ya que si es una noticia antigua también sería una manera de desinformar. Si la noticia te la han mandado en formato imagen o audio también puedes buscar sus datos en un buscador, pero, en cualquier caso, pregunta a la persona que te la envió si ha verificado la información que se da.

¿Crees que con estos consejos serías capaz de detectar fake news? ¡Ponte a prueba con este test y averígualo!

Ventanas en las que inspirarse

‘La ventana a las colinas’, Juan Gris

Lo vemos todos los días y no solo a las ocho de la tarde. Las ventanas, que siempre estuvieron ahí, se han convertido estos días en nuestras mejores aliadas. Las construimos para proporcionarnos luz y aire, dos bienes esenciales para el ser humano, pero también para comunicarnos con el exterior. Y son tan importantes para nosotros que las hemos incorporado a nuestra cultura: hay ventanas pictóricas, poéticas, novelescas, fotográficas y hasta indiscretamente cinematográficas; hay teorías sociológicas, políticas (Teoría de las ventanas rotas, Ventana de Overton) y funciones matemáticas; ventanas para el aprendizaje y problemas de física. ¡Tenemos incluso ventanas en nuestro propio cuerpo! Ventanas, en definitiva, para escuchar y para contar. Internet es también un inmenso ventanal de creación e intercambio de conocimiento. En la situación actual, las ventanas (físicas y virtuales) se han convertido en nuestra interfaz con el mundo exterior, el lugar donde debatimos, aprendemos, creamos y compartimos. De la cercanía digital están surgiendo multitud de iniciativas con un fuerte sentimiento de solidaridad: hay quien se ofrece a cocinar para los médicos, quien diseña e imprime en 3D material sanitario desde su casa, quienes se descargan un software para ayudar en la investigación del COVID-19 o aquellos vecinos que tejen una red de ayuda a los más vulnerables.

Todas ellas son grandes ventanas en las que inspirarse: ¿cuáles son las tuyas?

La importancia de llamarse Alexa

La inteligencia artificial ha entrado en nuestros hogares como asistentes virtuales gracias a grandes empresas como Amazon, Apple o Google. Alexa, Siri, Cortana o la recién llegada Celia, nueva inteligencia artificial de Huawei, tienen cada vez mayor presencia en nuestra vida, así como nombres y voces de mujer. Bajo el pretexto de que el tono de voz femenino se percibe como más agradable, hay quien ha visto una peligrosa relación entre estas y la imagen estereotípica de una criada o una secretaria. Para muestra, una carta: una mujer de Massachusetts escribió al CEO de Amazon, Jeff Bezos, para advertirle que el nombre de su asistente virtual estaba arruinando la vida de su hija de 6 años, llamada Alexa, a la que los demás niños trataban como una sirvienta. No parece ser la única, ya que existen numerosos foros en internet donde mujeres llamadas Alexa comentan su frustración y, en Estados Unidos, cada año hay menos niñas con ese nombre.

¿A quién habría que culpar? ¿A las empresas o a los usuarios?

¿LMS?

¿Alguna vez has oído hablar de un LMS o SGA? No, no nos referimos a marcas de automóviles, sino a una de las múltiples aplicaciones del big data al mundo de la educación. Un LMS (learning management system) o, en castellano, SGA (sistema de gestión de aprendizaje) es un software que, al instalarse en un servidor web, permite administrar y distribuir las actividades de e-learning. Este es el caso de, por ejemplo, Moodle. ¡Seguro que eso sí te suena! Con este tipo de sistema todo es mucho más intuitivo e interactivo, tanto para los docentes como para los alumnos. Además, este sistema permite medir, evaluar y presentar datos para entender el uso de la plataforma por parte de los estudiantes y ofrecerles una experiencia de aprendizaje más provechosa.

¿Alguna vez has participado en un curso online? ¿Cómo fue la experiencia? ¡Cuéntanos!

Peach, Mario y el intento de romper estereotipos en los videojuegos

¿Quién no conoce la saga de ‘Super Mario Bros’ desarrollada por Nintendo? Correr, saltar, esquivar… Pero ¿qué pasa con su historia? Pues no hay mucho: la princesa Peach es secuestrada y el fontanero Mario tiene que rescatarla de castillo en castillo. Un ejemplo perfecto de lo que se ha llamado “la dama en apuros”, un recurso argumental en el que el personaje de la princesa existe solo como justificación para la aventura del protagonista. Esto fue siempre así hasta 2005, cuando Nintendo lanzó por primera vez un juego en el que la protagonista era ella, ‘Super Princess Peach’. Después de trece juegos, la historia se invertía y Mario era secuestrado, convirtiendo a Peach en la heroína de la historia. Sin embargo, las habilidades que deciden darle son muy diferentes a las del fontanero: Peach tiene la capacidad de vencer a sus enemigos gracias a sus cambios de humor, enfadándose y convirtiéndose en una bola de fuego o rompiendo a llorar y arrastrando a sus enemigos con sus lágrimas. Nintendo convierte así el juego en una suerte de broma y tratando de romper estereotipos cae de nuevo en ellos.

Si te interesa ver otros ejemplos analizados de videojuegos en los que se invierte este papel de la damisela en apuros os dejamos este video (activa los subtítulos para leerlos en español):

La mirada en el cine

Una escena de una película: una pareja camina por la calle, un hombre y una mujer, ella se para sobre una rejilla de ventilación del metro justo en el momento en el que empieza a salir el aire haciendo que su falda se levante, la cámara capta ese momento y se acerca a las piernas de la mujer. Otra película: una chica y un chico van en un coche por la carretera, el coche empieza a fallar y se para, la chica sale del coche para mirar el motor, mientras abre el capó la cámara se acerca a ella y se desplaza enfocando solo partes de su cuerpo haciendo un recorrido por él. ¿Te suenan estas dos escenas? Son dos ejemplos de “mirada masculina”, término desarrollado en los años 70 por Laura Mulvey en el ensayo ‘Visual Pleasure and Narrative Cinema’ (1975), donde la teórica del cine y feminista se apoya en el psicoanálisis para mostrar las dinámicas que cosifican a la mujer en las películas. En este ensayo desgrana cómo en muchas ocasiones el cine propicia el placer de mirar, pero desde un punto de vista masculino y heterosexual, colocando a las mujeres como meros objetos a contemplar.

¿Conocías este término? ¿Crees que es aplicable en otros medios?

Música para protegernos

Si hace unas semanas llegaban a nuestras pantallas las primeras fotografías del COVID-19, tomadas por un microscopio electrónico, ahora también podemos oírlo. El músico y profesor del Instituto Tecnológico de Massachussets (Estados Unidos), Marcus Boheler, ha convertido la proteína espícular (llamada así por su forma de espiga) que sobresale de la superficie del virus en una pieza musical, una suerte de partitura de los aminoácidos que la conforman.

Foto cortesía de Markus J. Buehler.

Hasta ahora, el trabajo de Boheler consistía en desarrollar modelos de inteligencia artificial para diseñar nuevas proteínas con las que lograr materiales biológicos no tóxicos y sostenibles. La situación actual ha hecho que el científico centre su atención en la proteína del SARS-CoV-2, que favorece una capacidad de contagio mayor. Mediante una nueva técnica llamada sonificación, se asignó a cada aminoácido una nota única en una escala musical con el objetivo de hallar secuencias musicales que correspondiesen a lugares dentro de la proteína donde los anticuerpos y medicamentos pudieran penetrar con más garantías. Al cotejar la secuencia musical de la proteína espiga en una gran base de datos de otras proteínas sonificadas, sería posible encontrar una que pudiera adherirse a esta, imposibilitando el daño de las células por el virus. Más allá de la complejidad del proceso, el resultado sonoro, interpretado por un koto japonés para las notas principales, además de campanas, cuerdas y flautas, resulta evocador, nos transporta a un paisaje de calma y quietud, un espacio mágico al que acudir para relajarnos y desconectar.

Y es que la música no solo nos cura el alma, también protege nuestros cuerpos. ¿Qué música te cuida a ti?

Iconos diseñados por Darius Dan,  from www.flaticon.es