Despegamos con este nuevo blog. Lo tenemos todo listo: la cuenta atrás en marcha, la tripulación preparada, el control en tierra atento y con unos cuántos post en la recámara.
Y despegamos el día que lo hace El Cosmonauta, esa bendita locura que comenzó hace ya 4 años cuando Nicolás Alcalá, Bruno Teixidor y Carola Rodríguez, tres jóvenes estudiantes de Comunicación Audiovisual, se lanzaron a grabar lo que sería su primer corto y que hoy nos llega como el largometraje más importante financiado mediante crowdfunding hasta le fecha en España.
Casi 5.000 pequeños productores e inversores (con sólo dos euros ya te convertías en productor apareciendo incluso en los títulos de crédito) que llegaron a donar 420.000€ han logrado sacar adelante este proyecto.
Pero El Cosmonuta es mucho más que una película, es una completa experiencia transmedia en la que, además de la presentación simultánea en cines, internet, TV y DVD, la apoyan y giran en torno a ella 32 cortos que contextualizan y complementan la historia, finales alternativos, las biografías de los personajes en Facebook, y hasta un libro de poemas. Y mediante la licencia Creative Commons tú mismo te puedes montar tu propio Cosmonauta ya que estarán disponibles las cientos de horas de rodaje para que “cada espectador decida qué ver y cómo verlo” en palabras de Alcalá.
Hay quien dice que El Cosmonauta ya es un clásico moderno de la Ciencia Ficción, como Moon (JONES, 2009), pero yo no me atrevería a tanto porque nos falta lo más importante, ver la película.
Pero, ¿y de qué va la peli?
El Cosmonauta arranca a mediados de los ’60, en plena Carrera Espacial, cuando dos jóvenes aspirantes a cosmonautas comienzan su formación en la Ciudad de las Estrellas. Uno de ellos logra su sueño y será el primer ruso en pisar la luna, pero algo sucede durante la misión perdiéndose el contacto y el rastro de la nave. Meses después, la cápsula acabará aterrizando en la Tierra pero sin rastro del cosmonauta que, sin embargo, sigue lanzando mensajes de radio diciendo que ha regresado pero que allí no hay nadie… Y luego hay una chica, porque también es una peli de amor, pero eso ya es otra historia. (ver tráiler)
Esta tarde iré al preestreno, ya tengo las entradas en el bolsillo, y como orgulloso productor no me levantaré del asiento hasta que localice mi nombre en los títulos de crédito 😉
Chaika… ¿me recibes?
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