La noche del 20 de julio de 1969, el mundo presenció una de las mayores hazañas de la historia de la humanidad: la llegada del hombre a la Luna. Ocho años de duro trabajo tuvieron que pasar antes de que la NASA viese cumplido su gran proyecto de poner un pie en el anhelado satélite con el vuelo del Apolo XI.
“Poner un hombre en la Luna a finales de la década, y traerlo de vuelta sano y salvo a la Tierra”, John F. Kennedy dirigiéndose al Congreso de EEUU en mayo de 1961
Uno de esos grandes acontecimientos transcendentales, una de las hazañas más retransmitidos, narradas, radiadas, documentadas de todo el siglo XX. Pero, seguro, que hay algunos pequeños detalles que todavía desconocías. Te los contamos.
- El programa Apolo (1961-1972) estuvo integrado por varias misiones de prueba sin tripulación y doce misiones tripuladas, de las cuales seis llegaron a alunizar. Doce astronautas pisaron la Luna y tres fallecieron en la única misión fracasada, el Apolo 1.
- Durante su máximo apogeo, el proyecto Apolo de la NASA tuvo en nómina a 35.000 personas, y a otras 400.000 subcontratadas en empresas y universidades.
- Pese a su enorme trascendencia científica, tecnológica e histórica y a su colosal coste económico, una encuesta reciente desveló que el 25% de los jóvenes estadounidenses no cree que los alunizajes se hayan producido realmente.
- Las misiones Apolo se asocian con dos bases estratégicas: el Centro Espacial Lyndon B. Johnson, en Houston (Texas), activo desde 1961; y el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida), en funcionamiento desde 1962. Es menos sabido que estas misiones también se apoyaron en las estaciones que integran la Deep Space Network (DSN), una red de comunicaciones mundial con sedes en Goldstone (California), Tidbinbilla (cerca de Canberra, Australia) y Robledo de Chavela (Madrid).
- La estación de Robledo de Chavela recibe el sobrenombre de Dino. El Madrid Deep Space Communications Complex de Robledo recibió la primera imagen de la Tierra vista desde la Luna, tomada por el Lunar Orbiter I el 23 de agosto de 1966. También recibió la famosa comunicación de Jim Lovell, comandante del Apolo XIII: «Houston, hemos tenido un problema».
- El 19 de julio los astronautas durmieron tranquilos en su primera noche en la órbita lunar, no presentando problemas de ningún tipo. Se encontraban a unos 15.000 mil kilómetros del objetivo. Al día siguiente desayunaron tocino y puré de manzanas.
- La bandera que clavó Buzz Aldrin en 1969 salió despedida cuando el módulo lunar abandonó el satélite.
- Alan Shepard, comandante del Apolo 14, fue el primer hombre que lloró en la Luna y el primero que jugó al golf.
- Las primeras palabras que Armstrong pronunció en la Luna fueron realmente: «Houston, aquí Tranquility Base. El Águila ha alunizado».
- El “Águila” descendió a la Luna y se posó en el Mar de la Tranquilidad el 20 de julio de 1969 exactamente a las 22:56h, cuando Armstrong descendió por la escalerilla con su traje espacial y puso el pie izquierdo sobre la Luna.
- Aldrin fue el segundo hombre en pisar la Luna. También él tuvo su momento de gloria antes las cámaras de televisión: «Desde aquí se aprecia un panorama bellísimo. Es un poco parecido a algunos desiertos de los Estados Unidos».
- La tripulación del Apolo 10 fue la que más lejos llegó, a 408.950 kilómetros de Houston, y la que mayor velocidad alcanzó: 39.897 kilómetros por hora al regresar a la Tierra.
- En la superficie lunar hay una escultura de homenaje a los astronautas caídos y algunas fotografías de sus familiares.
- El ordenador que ayudó a aterrizar en la Luna pesaba más de 30 kilos y tenía una memoria de tan solo 16k.
- Gracias a la investigación durante la carrera espacial existen los utensilios inalámbricos, los pañales infantiles desechables, las sartenes antiadherentes, los termómetros digitales o los códigos de barras.
- En 1935, el ingeniero militar español Emilio Herrera diseñó por primera vez un traje espacial llamado “escafandra estratonáutica” que sirvió de inspiración durante la carrera espacial.
- El traje espacial fue usado por primera vez en la Unión Soviética. En un principio los trajes eran confeccionados a medida, posteriormente se aplicaron técnicas para adaptar la prenda a los distintos usuarios y por último se adoptó una opción intermedia.
- Los trajes de la misión Apolo 11 fueron confeccionados por costureras de ILC Dover, empresa conocida por su marca de lencería Playtex.
- El programa Apolo costó el equivalente a 114.500 millones de dólares actuales.
Por Adriana Herreros