29.01.2020

El avance de la tecnología, una oportunidad para la cultura

Aprovechamos su paso por nuestro Auditorio para hablar con Inma Ballesteros, directora de Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas. Una conversación sobre los nuevos escenarios culturales y sobre la necesidad de crear sinergias entre lo humano y lo digital.

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Inma Ballesteros es experta en el sector cultural y dirige el Observatorio de Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas, un hervidero de nuevas ideas y propuestas que pretende generar cambios positivos en la sociedad, la economía y la cultura.

El próximo 30 de enero, Ballesteros moderará una de las mesas de debate de la XI edición del Foro de Industrias Culturales. Las industrias culturales en el ecosistema digital. Una cita ineludible en torno a la cultura y su gestión que organizamos en colaboración con Fundación Alternativas.

Hablamos con ella de las interacciones entre la cultura y la tecnología, y del papel de la cultura y las humanidades en un mundo cada vez más tecnológico. También tratamos de definir el concepto de ‘cultura digital’ y de dar con las claves para que la tecnología llegue a todo el mundo.

¿Qué relación existe entre la tecnología y la cultura?

Inma Ballesteros: El avance de la tecnología supone una oportunidad para la cultura. Tenemos que entender que el desarrollo de la tecnología debe ir de la mano del conocimiento, el humanismo y el desarrollo del espíritu crítico. Y eso es la cultura: el fortalecimiento del ser humano en su capacidad de dirigir su vida a partir de la comprensión del mundo que le rodea.

Estamos viviendo una época de profundas transformaciones que a veces van más rápido de lo que somos capaces de entender. Por eso es importante que nuestras referencias como sociedad sigan vigentes, y eso solo es posible con una presencia constante de la cultura en nuestra vida. La cultura nos recuerda quiénes somos, cómo son los demás, y de qué manera nos relacionamos con el mundo a través de nuestro sistema de valores. Esto es fundamental para garantizar un futuro en el que el ser humano siga estando en el centro, utilizando la tecnología como herramienta para facilitarnos las cosas. Considero que existe un amplio campo de interacción entre la tecnología y la cultura. Por eso, desde Fundación Alternativas queremos abrir espacios de diálogo en los que los profesionales de la cultura puedan conocerse y entenderse de cara a favorecer las sinergias.


«Cultura digital tiene que ver con el modo que tenemos de relacionarnos desde que incorporamos la tecnología a nuestras vidas».


¿Qué oportunidades traen la tecnología y el nuevo entorno digital a la industria cultural?

Inma Ballesteros: La industria de contenidos está experimentando un crecimiento destacable. La música, los videojuegos, el audiovisual circulan por el entorno digital generando oportunidades de desarrollo para los profesionales del ramo. El aumento de la cifra de negocio y del número de empresas y de empleo creado demuestra que estamos hablando de un claro cambio de modelo. Por eso es importante que el sector de la cultura se acerque más a la tecnología.

Por otro lado, ¿qué retos o incluso obstáculos supone la tecnología para la cultura?

Inma Ballesteros: El principal reto es el desconocimiento mutuo. Por un lado, los tecnólogos desconocen, en su mayoría, el potencial de la cultura para fortalecer sus proyectos. En mi opinión, este no es un caso aislado, pues vivimos un momento en el que la cultura no es valorada socialmente. Esta situación es consecuencia, sin duda, de la falta de presencia de la cultura en el curriculum educativo. Y se podría transformar si se enseñara desde la infancia el enorme campo de posibilidades que ofrecen los lenguajes artísticos, tanto para el disfrute como para la transmisión de valores. De la misma manera, la tecnología se nos presenta a veces como un campo encriptado difícil de entender. Nos encontramos en la misma situación que con la cultura, con la diferencia de que la valoración social de la tecnología es mucho mayor. En Alternativas, trabajamos para un cambio de modelo educativo que incorpore ambas disciplinas y posibilite enfoques multidisciplinares para abordar de una manera diferente el futuro.

¿Qué nos impide aprovechar las oportunidades tecnológicas para crear, proponer y emprender en cultura?

Inma Ballesteros: Principalmente el desconocimiento de las posibilidades que ofrece la tecnología. Su desarrollo nos puede parecer a veces vertiginoso e incomprensible. Lo comprobamos en nuestra vida cotidiana. Cuando nos hemos acostumbrado a nuestro smartphone, hay que cambiarlo porque se ha quedado obsoleto. Tenemos la sensación de ir a marchas forzadas intentando asimilar todo lo nuevo que aparece en el entorno digital. Si consiguiéramos entender mejor los procesos y hacia dónde se dirige el desarrollo tecnológico, podríamos alinearnos con esa evolución y crecer juntos.


«La única manera que tenemos de ampliar el acceso a la tecnología es a través de la educación».


¿Existen nuevos fenómenos, tendencias y proyectos en las prácticas culturales propios de la era digital?

Inma Ballesteros: ¡Por supuesto! Son muchas las propuestas de creadores, gestores y profesionales de la cultura que se desarrollan en el entorno digital. La prueba es que las industrias de contenido están perfectamente incorporadas al ecosistema y siguen creciendo de manera continuada. Encontramos ejemplos en el sector editorial, el audiovisual, las artes escénicas y, cómo no, el videojuego. En algunos casos nos encontramos aún en fase experimental, pero todo apunta a que la evolución en este campo será muy positiva. Además, las aceleradoras de startups reciben continuamente proyectos que incorporan la cultura como elemento vertebrador. De eso hablaremos en el XI Foro de Industrias Culturales, presentando ejemplos concretos.

¿Qué opinas del concepto de ‘cultura digital’?

Inma Ballesteros: El término cultura digital tiene que ver con el modo que tenemos de relacionarnos desde que incorporamos la tecnología a nuestras vidas. En mi opinión, es un cambio de paradigma con relación a la forma de interactuar en el entorno analógico. Nuestra manera de consumir cultura también ha cambiado. Hemos pasado a individualizar nuestras elecciones y a abandonar espacios de consumo compartido como las salas de cine o el televisor en el salón de casa. Este cambio tan brusco está modificando también nuestra manera de relacionarnos con el otro, al ampliar nuestra comunicación en el entorno digital y reducir los espacios de intercambio físico. También ha cambiado el concepto de privacidad, pues las redes sociales se han convertido en escaparates de lo que antes considerábamos el espacio de lo íntimo. Indudablemente estos cambios están afectando a nuestro modo de vida y están cambiando la sociedad de manera sustancial.

¿Qué hay que hacer para ampliar el acceso de todos y todas a la tecnología, para llevar la cultura digital al mayor número de personas?

Inma Ballesteros: La única manera que tenemos de ampliar el acceso a la tecnología es a través de la educación. El sistema educativo debe adaptarse de manera urgente a la realidad en que vivimos. De esta manera conseguiremos que nadie se quede atrás en nuestra evolución como país. Por otro lado, es necesario ayudar a aquellos colectivos que se han visto desplazados, laboral y socialmente, por la irrupción de la tecnología. La formación continua debe incorporarse plenamente en todos los ámbitos. España cuenta con una de las mejores redes de infraestructuras de los países de nuestro entorno, en cambio las habilidades digitales de las personas no están a la altura de las necesidades que demanda el mercado de trabajo. En nuestro think tank trabajamos para que se produzca este cambio porque creemos que es urgente acabar con esta brecha y permitir que nuestro país se pueda incorporar al futuro con todas las garantías.

Acogemos la XI edición del Foro de Industrias Culturales, una jornada centrada en el papel de las nuevas tecnologías dentro de la cultura y la industria cultural.

En el marco de este foro conversaremos con creadoras/es, gestoras/es, pensadoras/es e intelectuales que trabajan diariamente en los ámbitos de la cultura y las nuevas tecnologías, de la mano de la periodista Ana García-Siñeriz y de Inma Ballesteros, Directora del Observatorio de Cultura de Fundación Alternativas.

Por Alessia Cisternino