Un videojuego sobre el edificio Telefónica

Andrés Escribano, alumno: “Recuerdo con buena sensación en especial, la visita al interior del edificio de Telefónica, por lo asombroso que es poder visitar las entrañas de un edificio tan emblemático y cargado de historia. Las vistas desde su cumbre, gobernando el horizonte madrileño me dejaron impactado. Otras sesiones en las que tratamos la creación de mecánicas para los niveles del juego y la dificultad de unificar manos en un único estilo de arte me mostraron las dificultades del complejo mundo al que estaba asomándome. La creación de un videojuego no es sólo un juego, lo acompañan un montón de factores como pueden ser históricos, narrativos, o tecnológicos “.

Eva Inogues, alumno:  “Desde mi perspectiva, el taller fue muy enriquecedor, en el sentido de que mis conocimientos en la materia eran muy limitados: cómo se divide un equipo creativo para realizar un proyecto como es el de un videojuego, qué partes intervienen y de qué manera y cómo se realiza el proceso… me permitió apreciarlos de una manera distinta. Conocer a gente de diferentes ámbitos que intervienen en el proceso, y la impresionante visita guiada y privada, con todos los comentarios del edificio de lo sucedido, de cómo se ha ido transformando y de todo lo que ha significado el edificio a lo largo del tiempo fue increíble.”

José Ignacio Sánchez, alumno: “El conocer de primera mano con Gammera Nest, cómo se construye un juego desde sus primeros bocetos e ideas, ha sido un camino tremendamente educativo. He podido estar presente en el proceso creativo en todas sus fases y dilemas, con sus sesiones de «brainstorming», sus cambios de rumbo para mejorar aún más las ideas, etc. He aprendido mucha historia y arte en los videojuegos, y por supuesto, muchísima historia y arte del edificio en sí mismo, símbolo de Madrid desde hace casi un siglo. Como recuerdo me quedo con la visita que hicimos a los sótanos, de donde sale todo el cableado de telefonía que abastece a la zona centro de la capital, era como ver las raíces de un tremendo árbol, que se extendía en la superficie, sobre nosotros.
Y por supuesto, ¡he aprendido UNITY!”