Entrevistamos a Jordi Gasull, productor y guionista de Atrapa la bandera y el mayor coleccionista de objetos del espacio en España. Su pasión por la exploración espacial ha terminado convirtiéndose en la primera película de animación española que se distribuye a nivel mundial. Algunas de las piezas de los programas espaciales que ha ido consiguiendo durante los últimos años se exhiben en la exposición sobre la película que se alojará en el Espacio Fundación Telefónica durante todo el verano.
Jordi Gasull tenía tres años cuando la tripulación del Apollo 11 llegó a la Luna y Neil Armstrong pisó el satélite. Aquel 20 de julio de 1969 formó su primer recuerdo. O no. Quizá no fue ahí. Tal vez recuerda la misión Apollo 17, de 1972, cuando tenía seis años. Da igual. La cosa es que la primera memoria de Jordi Gasull va de astronautas, naves espaciales, alunizajes y banderas. Aquel primer recuerdo de infancia le ha marcado toda la vida. “En esa época los juguetes eran astronautas, había astronautas por todos lados. Se fue metiendo y tuve la ilusión de ser astronauta algún día”, confiesa Gasull. Unos años después, en 1977, llegó a los cines La guerra de las galaxias y Jordi decidió que quería “volar con la imaginación” y dedicarse al cine.
Hoy Jordi Gasull es uno de los artífices de Las Aventuras de Tadeo Jones y el guionista y el productor de Atrapa la bandera, la primera película de animación española que se distribuye en todo el mundo. Además, es el mayor coleccionista de objetos del Espacio en España. Tadeo Jones era un niño que jugaba a ser arqueólogo y que termina convirtiéndose en aventurero. La historia de Gasull es parecida: su obsesión por el espacio y el cine se ha transformado en la película de animación que llegará a los cines el 28 de agosto.
Atrapa la bandera es el resultado de la obsesión de Jordi Gasull por el espacio y el cine. Todo le ha conducido a hacer esta película. La cinta cuenta cómo Mike, un chaval de 12 años, hijo y nieto de astronautas, se cuela en un cohete e intenta evitar que el villano Richard Carson borre todo el rastro de la presencia del ser humano en la Luna para intentar apropiársela. “Es un proyecto que sale del corazón, es un proyecto muy personal”, explica, “es un arte compartido y trabajas con cientos de personas, pero la primera fuerza creativa viene de esa pasión espacial y de haber podido contagiar a todos”.
Todo el guión está salpicado con anécdotas y gustos personales de Gasull. Los personajes de la película utilizan trajes y tecnología de las misiones Apollo. No escogieron estos artilugios por accidente: la carrera espacial de los años 70 apela a esos primeros recuerdos infantiles de Gasull. El nombre de Mike, el protagonista, tampoco es casual: es un homenaje al astronauta de la NASA Miguel (o Michael) López Alegría, amigo personal de Gasull.
En la película Atrapa la bandera también aparecen algunos objetos que forman parte de la colección de objetos del espacio de Gasull, como un checklist que usaron los astronautas para los entrenamientos lunares. “El checklist es una especie de cuadernillo que llevaban los astronautas sobre el guante”, cuenta, “Nos ha ayudado muchísimo a la hora de hacer la película. Los animadores le sacaban fotos, se lo ponían, veían la textura, el tamaño… También nos ha ayudado con los trajes espaciales en temas de modelado, textura, forma, movimientos…”. Otro objeto que aparece en la película es el un reloj Omega Speedmaster como los que usaban los astronautas en las misiones lunares. “Yo llevo un Speedmaster que Michael López Alegría se llevó siete meses al espacio y le pedí el favor de que hiciera un paseo espacial con él”, comenta Gasull.
Llevar a los animadores al museo lunar de Fresnedillas, donde se aloja la colección de Gasull, fue una parte importante del proceso de documentación para Atrapa la bandera, pero no la única. Enrique Gato y parte del equipo pudieron viajar a la sede de la NASA: “Estuvieron allí sacando fotos hasta al suelo para que cuando eso se viera en la película fuera muy realista”. La visita de Gato y los animadores a la NASA se grabó y podrá verse en forma de documental en la exposición del Espacio Fundación Telefónica.
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La muestra de objetos espaciales de Gasull nació casi por casualidad. Tenía una colección de muñecos de La guerra de las galaxias y la vendió para comprar una colección de Madelman. “Tuve una infancia muy feliz, siempre he tenido una vinculación y un recuerdo muy bonito y una gran conexión con la infancia. A lo mejor es una cuestión de inmadurez”, señala. Al cabo de un tiempo, le ofrecieron mucho dinero por esa colección de Madelman aprovechó las ganancias para comprar algunos objetos del programa Apollo. Un amigo le propuso usar esas piezas para pequeñas exposiciones en centros comerciales y aceptó. Fue reinvirtiendo las ganancias y comprando nuevos artilugios. Ahora esa colección cuenta con un guante de entrenamiento del Apollo 17, otro guante del Apollo 15, el plan de vuelo del Apollo 10 o una bandera española que estuvo en la Luna. En 2010 abrió el museo lunar de Fresnedillas de la Oliva, en Madrid, que se convirtió en la sede permanente de la colección de Jordi Gasull.
Después acumular conocimientos sobre la exploración espacial durante años, Gasull admite que tuvo que cortarse con los datos científicos al escribir el guión. Por ejemplo, se planteó que el alunizaje de la nave de los protagonistas sucediera durante una lluvia de meteoritos, porque este tipo de fenómeno es frecuente en la Luna. Enrique Gato abandonó esa idea: “Me decía ‘Jordi, esto es demasiado. La gente no lo sabe y se va a preguntar de dónde viene la lluvia’. Y la verdad es que tenía razón”, explica el guionista. Sin embargo, la NASA sí que puso condiciones para hacer la película. “Para conseguir permiso de la NASA para poder hacer la película hay una serie de guidelines”, comenta, “La NASA nos pedía que los logos fueran en los lugares donde van en la realidad. No podemos poner un logo de la NASA en un traje si no lo llevaba en la realidad.”
“No puedes olvidar que esto es una película de dibujos para niños, puedes llevar el realismo hasta cierto límite”, apunta, “a partir de cierto punto tienes que dejar volar la imaginación y pensar que esto es una historia, es una película, no un documental”. El espacio, la Luna, las naves, esos guiños a la vida de Gasull, son meros “adornos”. Lo que quiere contar realmente Atrapa la bandera es una historia de reconciliación familiar. “Todos tenemos algún tipo de herida en la familia y todos queremos ver esa herida sanar”, concluye el guionista, “Eso hace que sea una película que gusta a niños, adolescentes, gente mayor y gente de mediana edad”.
Por Víctor Navarro
Jordi Gasull estará en la mesa redonda ‘46 años en la Luna‘ el martes 21 de julio. Puedes conseguir tu entrada para esta charla usando el botón de reservar más abajo.