Santiago está escribiendo su diario. Hoy es el último día de su taller de verano y quiere contar todo lo que ha hecho. «Este cañón lo hice con un cartón de leche y un rollo de papel vació», explica el pequeño. Sin embargo, a Santi, como le llaman sus compañeros, no le está resultando tan fácil ya que «hay muchas fotos» y quiere elegir las mejores para dejarlo bonito. Cristina ya ha terminado el suyo. Han aprendido a hacer códigos secretos y muy orgullosa de ello, nos enseña en su cuaderno una serie de puntos y rayas. «Es morse», explica. «Pone Cristina».
Durante el mes de julio, el Espacio Fundación Telefónica ha organizado talleres semanales donde 80 niños y niñas de entre 6 y 12 años han podido descubrir diferentes formas de comunicarse, explorar el mundo de la robótica, y experimentar creando a través de las diferentes formas geométricas.
«El objetivo de estos talleres educativos ha sido lograr que los niños desarrollaran su propio trabajo a partir de lo visto en las exposiciones del Espacio, fomentando así el trabajo individual pero fundamentalmente el trabajo en equipo», explica Silvia, una de las profesionales que ha impartido los talleres.
El primer día del taller les esperaba una visita a la Exposición Cubista, tras la cual, realizaron figurines y bolsas estampadas de simbología. VIDA fue su siguiente parada y, en esta ocasión, disfrutaron creando sus propios robots.
El tercer día hicieron una excursión por la Exposición de La Historia de las Telecomunicaciones y un acercamiento al código Morse. Realizaron juegos de telegrafía para adivinar códigos secretos y los pequeños crearon un “vaso teléfono” para comunicarse entre ellos.
Finalmente, el cuarto y último día del taller, estaba reservado a realizar un recorrido por el Espacio Fundación Telefónica y montar una exposición con los objetos creados durante la semana. Los padres, espectadores de lujo, eran guiados pos sus hijos a través de esa pequeña muestra de sus trabajos.
El resultado de estos talleres ha dejado divertidos diarios, con fotos sacadas por los propios niños, en los que, de forma individual, relataban qué habían hecho durante la semana y qué les había parecido.