Parece que lo más habitual en Youtube es encontrarte a chicas haciendo tutoriales de belleza y a chicos gamers. Sin embargo ¿es siempre así? ¿Se perpetúan los estereotipos de género del mundo analógico en el mundo digital?

El próximo sábado 28 de noviembre a las 19hrs, volvemos con un nueva sesión de nuestro ciclo Youtubers, personas y cintas de vídeo donde trataremos de averiguar cómo se rompen los arquetipos de conducta y comunicación y para ello contaremos con la participación de tres creadores digitales: RonroLove, joven experta en belleza, Koala Rabioso, videoblogger, y Juanmasaurus, que acaba de publicar Cómo ser una diva (Planeta, 2015). Con ellos estará la filósofa y experta en temas de género Amelia Valcárcel, que aportará su visión y experiencia como una de las máximas exponentes del feminismo de la igualdad en nuestro país.

YouTube es un reflejo de la sociedad

¿Qué son los estereotipos de género? La filósofa Amelia Valcárcel lo explicaba muy bien utilizando los razonamientos de Kant: simplemente son algo que nos permite conocer. El mundo se deja entender y para entenderlo tenemos un esquema con huecos que se rellenan con ciertas ideas preconcebidas. Socialmente, todo lo que nos facilite ahorrar es bienvenido: esto es femenino y esto es masculino, y así no hay líos. Ampliar conocimiento significa despreciar ese ahorro, y también entra en juego la variedad de géneros e identidades: someter toda nuestra individualidad a la prevalencia de dos géneros (masculino y femenino) ha dejado de ser suficiente, y algunos de estos creadores de contenido representan ese cambio hacia la diversidad.

Para Koala Rabioso, YouTube es un reflejo de la sociedad. “Si nos fijamos, los youtubers más conocidos crean contenido machista como extensión de la realidad, pero esta plataforma nos ofrece la posibilidad de visibilizar otras realidades”. Juanmasaurus, Ronrolove y ella intentan abrir caminos entre los estereotipos de género que abundan en las redes. Su contenido nace de una necesidad de contar historias, y esas historias pueden ser más profundas o más banales, pero reflejan la individualidad de cada creador. Según Ronrolove, “la sociedad que consume Youtube promueve una desigualdad de género. Nosotros intentamos cambiar eso desde nuestro lugar”.

¿Qué pasa con las etiquetas?

Los seguidores de sus canales se interesan en cada uno de ellos por identificación, cercanía o puro entretenimiento. Coinciden en que el feminismo es necesario para concienciar, prevenir y sensibilizar a los consumidores de contenido digital: defender la igualdad ante un público masivo significa llegar a muchas personas con diferentes opiniones. Koala Rabioso es optimista en relación a los estereotipos: “Los que vemos más allá, podemos pensar en la abolición de las etiquetas y ver solamente personas”.

En el caso de Ronro, es más complicado atraer hombres a sus vídeos de belleza y estilo de vida porque seguimos anclados en las representaciones tradicionales de hombres y mujeres: el azul y el rosa, los gustos personales, la diferencia en la gestión de las emociones… Lo mismo pasa con Juanmasaurus: “La gente que me sigue son fundamentalmente chicas. También hay chicos, pero una gran mayoría son gays porque se sienten identificados”. Los contenidos de Koala son más variados, pero admite que la sociedad heteropatriarcal influye directamente en parte del público.

Los nuevos mitos

“Llegamos a tanta gente que a veces conseguimos más de lo que pretendemos. Estamos cambiando la historia de muchas personas, algo que a priori no piensas que vayas a conseguir”. A veces, los seguidores les toman como ejemplos de fortaleza y se apoyan en sus experiencias: si ellos pueden, yo también. Son cercanos y conectan con la naturalidad del formato, aunque admiten tener un poco de miedo a grabar algo nuevo que no encaje con el espíritu que con tanto esfuerzo han forjado. Da vértigo que, de repente, la gente no se sienta reflejada en sus mensajes, y por eso Koala opta por tener varios canales con temáticas diferentes.

Amelia Valcárcel les admira: “La gente tenía entre los mitos y ella una distancia enorme. Ahora, vosotros no tenéis ese cordón de seguridad”. Tienen claro que en YouTube hay que hacer hincapié en el mensaje: que sea claro y directo. Todos comparten la sensibilidad: a veces les afectan los comentarios tóxicos, pero han aprendido a valorar los positivos y enriquecedores, que son siempre más abundantes. “Dejando crear, tolerando, poco a poco podemos conseguir cosas”. Sus planes de aquí a cinco años son seguir creando conciencia, abriendo mentes y aprovechando las herramientas que lo digital nos brinda para cambiar el mundo.

La despedida de Amelia Valcárcel

“Los canales necesitan bracos, y los barcos quien los dirija. La gente que transita los canales llevan barcos a sitios distintos, pero eso no quiere decir que hay gente que solo conozca una ruta. La vida del que innova siempre es distinta, y esta mesa es innovadora. Vamos aprendiendo cómo funciona sobre la marcha. Ninguna sociedad en el pasado admitió jamás que varones y mujeres se sentaran juntos para contarle algo a un auditorio. Nuestra sociedad es ahora un diálogo enorme entre todo el mundo y me gustaría que no terminara. Los caminos no están hechos, estamos en la mitad de algo“.