El espectro visible es la parte de la radiación electromagnética perceptible para el ojo humano, comprendida entre 400 y 700 nanómetros de onda. El concepto nos remite al célebre experimento newtoniano en el que un haz de luz blanca, tras atravesar un prisma, se descompuso en el arco iris de siete colores. Newton protagonizó de este modo el primer análisis espectrográfico, aunque en aquel momento no se conocía todavía la naturaleza ondulatoria de la luz. Hoy sabemos que los colores son ondas, que cada uno de ellos tiene una longitud de onda distinta, y que gracias al fenómeno físico de la refracción podemos observar cómo se descompone la luz.