03.12.2015

De ciencia ficción, violines y pulpos

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Si no existe, ¿se puede escuchar? La música tiene una cualidad que no posee ningún otro arte: la recepción pasiva. Las imágenes son procesadas por nuestro cerebro basadas en experiencias, pero la música es directamente absorbida. Podemos elegir no recibir un estímulo visual, pero es imposible deshacerse de un sonido. Debido a la sensibilidad del medio, muchos piensan que es la mejor forma de llegar a las emociones. Según un estudio publicado en el Spanish Journal of Psychology, “el estado afectivo que puede producir escuchar música es más intenso que el provocado, por ejemplo, por la pintura”.

La curiosidad de Julio Verne no tenía límites y su interés viajó más allá de la literatura. Abarcó disciplinas como la ciencia, la antropología, la educación y, también, la música. Seguramente, la obra músico-teatral de Verne es una de las menos conocidas de su vida, pero desde niño demostró buen oído. Durante años, Verne disfrutó escribiendo versos que posteriormente adaptaba su amigo, el compositor Aristide Hignard (1822-1898), que fue el músico principal de las obras con texto de Verne. En total suman una veintena dentro del catálogo, y algunas piezas inéditas sonarán en el Espacio el próximo 11 de diciembre.

Desde siempre, la música ha intentado ponerle banda sonora a todas las emociones y creaciones artísticas, incluso cuando eran tan intangibles como la ciencia ficción. Julio Verne, el mayor exponente de la fantasía literaria y protagonista de nuestra exposición Los límites de la imaginación, ha inspirado cientos de obras musicales e incluso él mismo escribió algunas canciones. A pesar de su naturaleza exótica y deslumbrante, la mayoría de las piezas musicales que ha inspirado han sido orquestales, asociadas erróneamente a una concepción más aburrida y recta de la música. A raíz de sus universos, criaturas y sus inventos han nacido zarzuelas, óperas e incluso metal sinfónico.

En los últimos años es más habitual encontrar producciones de ciencia ficción aderezadas con sintetizadores, pero asociar los géneros fantásticos con música clásica también tiene mucho sentido: las capas de sonido de los diferentes instrumentos, junto a las diferentes técnicas, ritmos, variación de tempos y cadencias, son capaces de crear una atmósfera compleja que puede cambiar drásticamente de rumbo, siempre con un aire de magnificencia y solemnidad.

Si pensamos en las historias de Julio Verne, imaginamos multitud de medios de transporte novedosos, tormentas, bestias primitivas, rugidos, parajes nevados… Todos esos escenarios puede plasmarlos la música en solo unos compases. Tiene la capacidad de llevarnos a otros mundos. Hasta el 21 de febrero, el Espacio le rinde un homenaje al genial Julio Verne, y sus inspiraciones musicales (ya sean las partituras en las que él colaboró directamente o melodías nacidas a partir de sus trabajos) también están presentes.

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Las músicas de Verne en el Espacio

Recital Los viajes extraordinarios. Recital para voz y piano, con Andrés Jiménez Ramírez (bajo barítono) y Laurence Verna (pianista). El repertorio incluye obras escritas por el propio Verne, y otras piezas inspiradas en su literatura. El 11 de diciembre 2015.

La música acuática del Nautilus. ¿Cómo suenan los cuentos más famosos de Julio Verne? Un taller para iniciarse en las mejores bandas sonoras del escritor francés. La música se disfruta en la medida en que se muestra con un formato adecuado. Es la razón por la que abrimos un espacio participativo para, entre todos, escuchar, cantar y analizar las músicas que tienen relación con el mundo imaginativo de Julio Verne. El domingo 20 de diciembre, el 24 de enero y el 7 de febrero.

Las increíbles aventuras de Verni. Un cuento musical donde uno de los mejores cuartetos de cuerda del momento se une a la narración, aportando su mejor repertorio. Se celebró el 29 de noviembre.

Suena lo que imagino. LabOratorio EduNoise. ¿Hay cosas que pueden ser escuchadas aunque no existan? Este laboratorio es un viaje de la imaginación al sonido de ida y vuelta. Se celebró el 15 de noviembre.