Según Jim Dator y su teoría sobre los cuatro futuros, existen multitud de alternativas que hacen que debamos hablar de futuros en plural. Para representar gráficamente este abanico de escenarios, la prospectiva estratégica actual emplea el llamado cono de futuros, que recoge la idea de una variedad de futuros abiertos y fluctuantes, huyendo del concepto de un único futuro lineal e inexorable. Conformando el cono, encontramos cuatro categorías: Probable (aquello que seguramente suceda a corto plazo si observamos las tendencias del presente), Plausible (futuro con menos probabilidades de producirse debido a causas sociales, políticas o económicas, pero que cuenta con el conocimiento y los recursos necesarios para suceder), Posible (lo que no nos extrañaría que aconteciera en un futuro lejano, aunque todavía no sepamos cómo llevarlo a cabo) y Deseable (sea factible o no, es aquello que preferimos que suceda).