ANACRONÓPETE

ACRONÓPETE

Escrita por el autor español Enrique Gaspar y Rimbau en 1887, es la primera novela de la historia que describe una máquina capaz de viajar en el tiempo. Sin embargo, durante más de cien años fue La máquina del tiempo (1895) de H. G. Wells la obra que estuvo considerada como la primera en idear este invento. Don Sindulfo García, científico zaragozano e inventor del artilugio, descubre cómo está hecho el tiempo e idea así el Anacronópete, una máquina que permite deshacer el tiempo a su voluntad y viajar con ella al pasado.

ALBERT ROBIDA

(1848-1926)
ALBERT ROBIDA

El autor e ilustrador francés Albert Robida fue uno de los principales seguidores de Julio Verne. Su trilogía de finales del siglo XIX, imaginando la vida parisina en la década de 1950, resultó tener un éxito fulgurante al fusionar narrativa e imágenes de una estética amable e incluso humorística. Colmó sus novelas de ingeniosas ilustraciones que combinaban inventos tecnológicos - como coches voladores o prototipos de teléfono - con figuras de aspecto contemporáneo, conectando la ficción con la realidad de sus lectores. Pero más allá de los artilugios futuristas, y a diferencia de la seriedad científica de Verne, Robida anticipó los avances y problemáticas de la sociedad del mañana, como el turismo de masas, la guerra química, la superpoblación o la emancipación de la mujer.

ARTHUR RADEBAUGH

(1906-1974)
ARTHUR RADEBAUGH

Hoy en día, muchos niños estudian con dispositivos electrónicos, el teletrabajo es una realidad, tenemos aspiradoras que recorren autónomamente nuestros hogares y drones que nos permiten acceder a lugares impensables hasta hace muy poco. Cuando estos avances quedaban aún muy lejos de ser una realidad, en las décadas de 1950 y 1960, las viñetas del ilustrador y visionario estadounidense Arthur Radebaugh adelantaron estas posibilidades en su serie Closer Than We Think!. Sus célebres dibujos llegaron a diecinueve millones de personas, y durante cinco años transmitieron situaciones cotidianas plagadas de tecnología futurista. Esto provocó que se le conociera como «el imageniero»: un ingeniero de imágenes que vivió la carrera de Estados Unidos por liderar la vanguardia tecnológica en plena Guerra Fría.